Hinata suspiró antes de sacarse la ropa detrás del biombo de la sala del club de teatro, miró a su alrededor, dos baúles llenos de cachivaches, un perchero con ruedas lleno de ropa y disfraces, volvió a suspirar cuando en ese perchero observó el vestido rojo ajustado y corto del que tanto le habían hablado, esa vestimenta lo esperaba como una cita impostergable.
- ¿Es necesario? – preguntó de todas formas a sabiendas la respuesta, pero tenía una llamita de esperanza que le dijera lo que tanto esperaba.
- Por supuesto Hinata, serás la anfitriona del café, ya tenemos listos los otros vestidos de los hombres, serán maid, se verán perfectos pero tú serás la estrella, la anfitriona, ¿no te da alegría? – estaba sentada en una de las tantas sillas que estaban esparcidas en la sala.
- Ay – se quejó.
- Hinata ya aprobamos esto, todo el curso botó, sólo tres personas estuvieron en contra, aún no los perdono por eso.
- Pero es muy vergonzoso – se sacó la chaqueta de su gakuran, luego su típico polerón, los dejó en el suelo tirados, se desabrochó los pantalones pero antes miró hacia el otro lado por una orilla del biombo, "no me podrá ver ¿o si?... que bueno está mirando hacia otro lado". Se sacó el pantalón negro, alargó la mano hacia el perchero y tomó el famoso vestido.
La presidenta del curso no estaba pendiente de Hinata si no que suspiraba pensando en el hombre de sus sueños, un hombre que para la mayoría era feo pero para ella era hermoso, aunque se rapara y demostrara un amor enfermizo por esa senpai estirada, la odiaba, la detestaba, tan linda y sensual, "ojalá y esa zorra se fuera luego, cuando se gradúe tendré oportunidad con él, lo sé".
Hinata miró el vestido en sus manos, era muy pequeño pero estiró la tela, "ah esta cosa se estira, me quedará pegado al cuerpo, oh mierda, mi cosita se verá... ¿a todo esto cuál es la parte de adelante?", revisó el interior del vestido y encontró la etiqueta, "este debe ser la parte trasera", agarró la parte de abajo del vestido lo arremangó, subió los brazos e intentó colocárselo, pero quedó atascado, era difícil porque era muy estrecho.
- Tengo un problema – dijo con el vestido tapándole la boca – esta cosa no baja.
- Hinata puedo ir a ayudarte pero te veré en bóxer, ¿no te importa?.
- Esto... sí me importa.
- Entonces colócatelo luego, hace rato que tocaron el timbre para entrar a clase pero no te preocupes hablaré con el sensei, tengo permiso para hacer estas cosas – dijo inflando su caja toráxica del orgullo.
- Presi, no baja.
"¿Presi?" – demórate un poquito más y termina la palabra.
- Perdón, mejor ven a ayudarme, pero no veas mi bóxer... por favor – "por las cosas que tengo que pasar".
- Está bien – "nadie quiere ver tu bóxer, homo".
Ella a paso veloz rodeó el biombo, observó divertida como Hinata estaba con el vestido metido hasta sus hombros, prisionero de éste. Se acercó, tomó la orilla inferior y tiró hasta que el vestido llegó a las caderas del naranjito.
- Listo, ahora termina de arreglártelo.
Hinata estaba rojo de la vergüenza, pero notó que ella no lo miraba, mas bien rehuía la vista, se acomodó el vestido moviendo las caderas hacia los lados. "Oh que corto, ay no quiero que Kageyama me vea así".
- Ya, ¿cómo me veo?.
Ella abrió los ojos cuando dirigió su mirada hacia Hinata, "gr se ve precioso, mejor de lo que me vería yo, maldición".
- Debo ser sincera y de verdad te ves fabuloso, mejor que yo – arrugó su labio hacia la derecha – okey ahora vas a ponerte los zapatos, tiene tacos por lo que debes aprender a andar en ellos, me dijiste que tu talla era 38, ¿Cierto?.
- Sí – "rayos, me tendré que poner esos artefactos de tortura".
Ella caminó hasta uno de los baúles, el que estaba más cerca, lo abrió y sacó un par de zapatos rojos que hacían juego con el vestido, caminó de vuelta y se los ofreció.
- Toma, póntelos.
Hinata los recibió, caminó descalzo hacia el baúl, se sentó y se colocó esos incómodos zapatos.
- Oye aprietan en la punta.
- Claro, son zapatos femeninos, ahora párate.
El naranjito se levantó, parecía jirafa recién nacida, se le doblaban los tobillos, intentaba hacer equilibrio con los brazos hacia los lados, "no puedo creer que las mujeres anden en estas cosas todos los días de su vida". Cuando ya estuvo centrado y recto suspiró, sintió que había desbloqueado uno de los logros como en los video juegos.
- Ahora da un paso al frente, con cuidado – le advirtió.
Un paso, lo logró, "vaya no es tan difícil", dio otro y volvió a tambalearse, ella se apiadó de él y corrió a su rescate, le tomó las manos adelante y lo ayudó a caminar como enseñándole a un niño sus primeros pasos.
Así estuvieron por una hora, fue extenuante, pero logró mantenerse en pie y dar algunos pasos, era cosa de practicar. Tenía tiempo...
Mientras Kageyama se soltaba y conversaba con Aiko, ella lo miraba coqueta, él se sentía relajado, más tranquilo, ella lo distrajo como una profesional, lo embaucó con su labia, con sus gestos. "Mírame más y olvídate de ese".
- Kageyama y cuéntame más sobre el voleibol.
- ¿Qué quieres saber?.
- Por ejemplo ¿en qué posición juegas? – le sonrió condescendiente.
- Soy el armador del equipo – dijo orgulloso.
- Explícame un poco de qué trata ser armador – continuaba la sonrisa, "me duele la cara de tanto sonreír".
- Bueno eres el que dirige el ataque, ¿cómo decirlo?, el qué ordena quién va a rematar.
- Oh eres casi como un director.
- Es muy kakkoi – primera vez que le sonrió, se sentía orgulloso, alguien lo estaba admirando, por un maldito instante pasó una idea por su cabeza, una muy mala...
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Imagen donada por iAlexed , gracias!!!!!
La idea de Kageyama es 🙊
Gracias chicos por el apoyo y por continuar leyendo.
Un abrazo 🤗 rompe... ustedes ya saben ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
Pd: iAlexed está escribiendo un fan fics de haikyuu para q pasen a leer.
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Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]
FanfictionEsta es la continuación de "volemos", no vas a entender mucho si lees sólo esta historia. Aunque sea obvio lo que voy a escribir pero lo diré igual, TIENES QUE LEER PRIMERO VOLEMOS para poder entender esta... Portada hecha por "eli soraru", por fav...