Capítulo 2 parte 2

1.9K 209 81
                                    

Guardó la carta en el sobre, luego volvió a olfatearla... "mmm rico". La puso bajo su polera del pijama, regresó a su cuarto, abrió la puerta despacito, y se dirigió directo a su bolso, sacó su teléfono para guardar el número de Aone, ya guardado el contacto con el nombre de TAKANE, sacó la carta del sobre y la hizo pedacitos tratando de no meter mucho ruido, luego fue por el sobre y cortó el papel suavemente en cuatro partes, agarró la montañita de papel, con ella en mano bajó a la cocina y en el basurero se deshizo de la evidencia, aprovechando sacó un vaso grande y lo llenó de agua, siempre le daba sed luego de drogarse y lamentablemente tenía planeado hacerlo al subir a su pieza.

Subió tal como había bajado, en puntillas, abrió la puerta de su pieza y lo recibió el pequeño ronquido de su amor, era un sonido suavecito, nada como el de sus padres, si no un pequeño. Se acercó al emisor del ruido y se quedó mirándolo.

-    Te amo – susurró – perdóname pero no me puedo aguantar las ganas.

Dejó el vaso sobre el escritorio, fue por su bolso, sacó la caja de fósforos del doble bolsillo, la abrió y ahí estaba la última estampilla que le quedaba, verla tan solitaria le hacía un nudo en la garganta, se le apretujaba el estómago, quedaba muy poco, ¿qué haría después?, ¿cómo conseguiría más?... "tengo que preguntarle el teléfono de esos extranjeros a Kaori, ellos me pueden conseguir más, sí, eso, no hay problema, nunca me va a faltar, además no es dañina, no hace nada, puedo dejarla cuando quiera, pero justo ahora como perdimos me siento triste y quiero relajarme, olvidar un poquito, sentirme más libre".

Excusas, siempre con excusas .

Sacó las tijeras del escritorio y cortó una mitad de estampilla, ya no era suficiente con sólo un cuarto, la despegó y se la colocó entre el labio inferior y los dientes, de a poco comenzó a sentir los efectos, un exquisito hormigueo en todo su cuerpo, un vaivén relajante lo mecía, se sentía liviano y comenzó a ver los ronquidos de su novio y levemente el de sus padres...

-    Wow que fuaaaaw – estiró los brazos y comenzó a dar vueltas.

Luego del acto infantil se sentó en el suelo con una sonrisa bobalicona adornando su rostro, "esto se siente tan bien, pero tan bien...", se quedó ahí un rato sobre la alfombra hasta que los efectos cambiaron y su libido se encendió...

Gateó hasta la orilla de la cama, apoyó su mentón en el colchón y observó detenidamente a su novio dormir, "está profundamente dormido, mierda, no quiero despertarlo y a la vez quiero hacerlo". Se sacó la polera del pijama, lo destapó y de improviso se subió a horcajadas sobre el peli negro.

-    ¿Hinata? – atinó a decir Kageyama al sentir el peso sobre su cuerpo – ¿qué pasa? – pestañeó varias veces para aclarar su visión.

-    Shhh – el naranjito se sonrió con malicia – no digas nada solo siente Kageyama – dicho esto comenzó a frotarse sobre su novio con su miembro erecto y caliente.

-    Hinata... – con sus manos agarró ambos lados de la cadera del naranjito y lo ayudó a moverse.

"Siempre me despierta cada dos semanas... creo que debe tener un período hormonal o algo por el estilo, y me encanta". Kageyama no se imaginó nunca que su amado seguía con eso de las drogas, no habían visto a Kaori en varias semanas y menos a esos dos extranjeros de pacotilla, los odiaba, aún no perdonaba a Pablo, y obviamente no lo haría jamás, él le había dado droga a su pequeño, ¿cómo perdonar algo así?. Por este motivo en su mente, Hinata no tenía acceso a esas malditas...

-    Te deseo Kageyama, hazme sentir bien – le susurró al oído, luego lamió y mordió el lóbulo de su oreja.

-    Amor... .

El peli negro acarició la espalda de su novio, la recorría de arriba abajo y cada vez bajaba más hasta agarrar esos glúteos bien formados y duritos.

-    Desvístete para mí Kageyama – le suplicó casi ronroneando, se hizo a un lado para darle espacio a su novio para que acatara su petición.

Kageyama rápidamente se desvistió, pero a propósito se dejó el bóxer puesto, se dio vuelta, agarró a su novio y lo empujó sobre el colchón.

-    No es justo aún tienes puesto el bóxer – dijo con un delicioso puchero.

-    Y tú aún tienes el pantalón del pijama y el bóxer, no alegues.

-    Entonces desvísteme – se mordió el labio inferior luego de decirlo.

-    No faltaba más, pero antes...

Besó la boca del 10 de Karasuno, introdujo su lengua, y comenzó a deslizarla por todos los rincones de aquella cavidad, Hinata aún no correspondía el beso, se quedó pegado en las sensaciones y sabores que le hacían experimentar las drogas junto con la estimulación de su amor.

-    Hinata ¿te quedaste dormido? – se alejó para verlo mejor y prendió la luz del velador – oye tu mirada está extraña.

-    Kageyama te deseo tanto... – lo agarró de los hombros y lo atrajo hacia sí – pesas – se quejó mimado.

-    ¿Estás incómodo?.

-    No, tontito, ven – agarró su nuca y lo atrajo hacia sus labios.

Esta vez no se olvidó de corresponder el beso, es más, él dirigía la situación, sus lenguas se masajeaban frenéticamente, ya más expertos no quedaban sin aire, al contrario respiraban profundo y cada vez más rápido. Kageyama se separó de los labios de Hinata y creó un camino de besos hasta el botoncito de carne para morderlo suavemente.

-    ¿Esto te gusta cierto amor?.

-    Ay no preguntes que me da vergüenza cuando lo haces, sólo guíate por mis gemidos.

-    Y decir eso no te da vergüenza...

-    No – dijo mimado.

-    Te amo Hinata...

-    Y yo a ti Rey controlador.

-    No me gusta eso de rey...

-    Ya... no enfríes el ambiente – agarró la cabeza de Kageyama y la posicionó sobre su pecho – continúa donde estabas – dijo sugerente.

El peli negro obedeció y continuó jugando con el botón de carne, el naranjito se estremecía bajo su cuerpo, eso lo encendía más, mucho, su miembro había despertado, exigiendo roce urgentemente pero se aguantó y siguió besando el pecho de Hinata, bajó y bajó hasta llegar al pantalón del pijama, se detuvo por lo que Hinata se enderezó, casi alcanza a preguntar que sucede cuando Kageyama muerde sobre la ropa el miembro de su amado, el naranjito echó su cabeza hacia atrás.

-    Aaaahh Kageyama – gimió fuerte, lo que exasperó a su novio, no por haber gemido si no porque lo hizo a un volumen 'escuchable'.

-    Shhhh , más despacio amor.

-    Sí, sí, sí – con sus manos volvió a tomar la cabeza de su novio y la empujó sobre su miembro.

-----
Un poquito de suculencia suave para terminar el año
Pásenlo bien esta noche y disfruten junto a sus seres queridos.

No se olviden de que si quieren que publique algo de ustedes en la multimedia me lo manden al mail cuentos.karorakao@gmail.com

Gracias x seguir la historia. 💕, un abrazo rompe costillas.

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora