Capítulo 20 parte 1

947 105 106
                                    



Sugawara estaba ordenando el departamento, se agachó para recoger el polerón de gimnasia de su amado, luego lo mismo con los calcetines.

-    Ay esto nunca se detiene – dijo al mirar la loza en el lavaplatos y la montaña de ropa sucia en el cesto en el balcón.

-    ¿qué pasa amor? – le dijo Daichi despreocupado.

-    Daichi, te toca lavar la ropa – sonrió al decirlo, "eres como un bebé mimado".

-    Oh, verdad, voy en un rato más.

-    Daichiiii – dijo en tono de reproche – siempre dices lo mismo y después no lo haces.

-    Es que está muy buena la historia, no quiero detenerme.

-    Pero Daichiiii.

-    Sólo cinco minutos.

-    Está bien, pero por favor después lava la ropa, no quiero quedarme sin ropa interior limpia.

-    Entendido – se recostó y siguió en lo suyo.

Suga dejó los calcetines y otras pilchas en el cesto de la ropa sucia, miró la loza en el lavaplatos y se dispuso a lavar, juntó agua y comenzó su tarea, la loza quedó brillante, si uno le pasa el dedo rechina.

-    Perfecto – dijo para sí mismo.

Ya habían pasado los cinco minutos y su Daichi seguía tirado leyendo, suspiró cansado, no quería discutir, odiaba discutir por ese tipo de cosas, era desgastador. Abrió la puerta de su refrigerador, quedaban pocas cosas, no tenían verduras, quería comer algo caliente, una sopa de verduras, sí eso mismo quería comer, justo de lo que no había, miró a su novio.

-    Daichi voy a comprar verduras – gritó mientras se colocaba una chaqueta, estaba comenzando a helar – ¿vas a querer algo?.

-    No – fue su escueta respuesta.

Suga sacó las llaves, la billetera, las guardó en los bolsillos de la chaqueta, cerró la puerta tras de sí.

-    Uuuy que hace frío – salió vapor de su boca al hablar.

Se restregó las manos y las metió en los bolsillos, caminó pensando en una solución para que las tareas del hogar no fueran una carga o un problema en su relación, se preguntaba si él estaba equivocado o era Daichi el que erraba en su actuar, suspiró cansado, definitivamente era Daichi el que no estaba cumpliendo parte del trato que hicieron cuando se fueron a vivir juntos, tenía que hablarlo con él, de alguna forma tenía que tocar el tema sin ser motivo de discusión. Caminó pensando en una plan a seguir, qué palabras usar, cómo decirlo, etc. No se dio ni cuenta cuando llegó a la tienda. Tomó la puerta y la empujó, el metal frío contra su mano le dio escalofríos.

-    Bienvenido – le dijo sonriente la princesa de la tienda.

-    Buenas noches – respondió avergonzado, "es tan linda que llega a ser insoportable".

Caminó por los pasillos en dirección a las verduras, se olvidó de llevar un canasto así que volvió al inicio, sacó el dichoso artefacto, se giró para volver y se encontró frente a frente con él, la escultura humana.

-    Hola Sugawara san... Koushi...

-    Hola... esto... - "no puedo creer que se me acaba de olvidar su nombre otra vez, que vergüenza, es que es tan atractivo que me desconcentro".

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora