Capítulo 35 parte 2

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Suga se percató de la dolorosa expresión en el semblante de su amado y sintió opresión en su pecho, "tal vez no fue buena idea contarle, si hubiese sido al revés yo me sentiría podrido e inseguro, creo que yo debo tomar el primer paso y acercarme a él incluso si eso significa ser rechazado por enojo...", ya tomada la decisión inspiró con fuerza dándose ánimos, dejó la taza sobre la mesa, se acercó lentamente hacia su capitán de equipo, le arrebató la taza con sumo cuidado y la depositó al lado de la suya. Daichi seguía con la mirada perdida y en silencio. Sugawara le tomó las manos, las apretó y luego besó.

-    Daichi te amo, te amo tanto... tanto que creo que yo moriría sin ti – dijo con los ojos cerrados y apoyando su frente en las manos de su novio.

Daichi sonrió con pereza, una sonrisa lastimera, levantó su entrecejo, la angustia que sentía no le permitía hablar, pero con su mirada le transmitió todo el dolor que sentía a Suga, el cual, al verlo lloró y lo abrazó con fuerza.

-    Te amo Daichi, por favor no te confundas... yo sólo te amo a ti, te he amado desde hace dos años – comenzó a acariciar la espalda del moreno – Daichi... te amo mi vida – apoyó su mejilla en la coronilla de su amado, sentía el respirar entrecortado en su pecho humedecido por las lágrimas del capitán – Daichi por favor, no llores, no mi amor, no lo hagas que me duele mucho – le pedía que dejara de llorar pero el mismo estaba derramando lágrimas.

Daichi correspondió el abrazo y lo apretujó, apoyado en el pecho de Suga sentía los latidos de éste, "ese corazón me pertenece, es mío, no dejaré que nadie me lo quite", se separó de a poco, levantó el rostro y sus miradas humedecidas se encontraron.

-    Suga... mi amor, no me dejes – suplicó.

-    Tontito, jamás te dejaría – Suga le contestó sonriendo con ternura.

-    Te amo Suga.

-    Y yo a ti Daichi.

Ambos, en sincronía, se acercaron y unieron sus labios en un beso salado pero no por ello menos dulce. Sus labios tibios y húmedos se acariciaban, lentamente incorporaron sus lenguas juguetonas. Ambos con urgencia, se reclamaban, se comían con pasión, sus respiraciones aceleradas acompasaban a los latidos de su corazón. Sus manos acariciaban la espalda del oponente de este cariñoso juego. El moreno fue el primero en bajarlas hasta los glúteos níveos. Varios pensamiento de inseguridad pasaron por la mente del moreno, "¿le gustará a Suga?, ¿lo podré excitar?... tengo miedo de no encenderlo...", pero aún así, lleno de esos miedos, siguió besando y acariciando a su novio, lo amaba tanto que lucharía por él, daría todo por recuperarlo o mejor dicho por no perderlo.

Suga sintió que su alma volvió a su cuerpo, besar a su amado lo reconfortaba, era tan agradable ser abrazado por él, era acogedor, se sentía amado, seguro, protegido, contenido y además la llama de la excitación ya se había encendido, esto era distinto a lo que sentía con Kenji, con él era fuego y miedo, era peligro. Sugawara con manos osadas buscó dentro de los pantalones de su novio, agarró el eje erecto del moreno, al acariciarlo Daichi soltó un gemido en sus labios. El peli plata se separó de la boca y creó un camino de besos húmedos hasta el oído de su amado, al llegar pasó la lengua por alrededor para luego morder el lóbulo, susurró:

-    Te deseo Daichi...

Daichi sonrió, era tal el amor que sentía por su novio que las peticiones de Suga eran órdenes para él, ya más seguro tomó el control. Asió por las axilas a su novio, acarreándolo lo levantó de golpe. Tomó el borde de su ropa y en un movimiento brusco tiró de ella hacia arriba, el peli plata sólo pudo levantar sus brazos y la ropa ya no estaba, Daichi hizo exactamente lo mismo con la ropa inferior, Suga levantó un pie seguido del otro y ya estaba completamente desnudo, incluso fue arrebatado de los calcetines. Daichi aprovechando que Suga estaba de pie, se arrodilló y con la mano derecha aprisionó el miembro palpitante de su vice capitán, con la lengua acarició toda la punta del eje humedeciéndolo, con parsimonia lo introdujo dentro de su cavidad bucal, mientras lo hacía jugaba con su lengua por toda la extensión, se alejaba y volvía a avanzar hasta los cabellos rizados que le hacían cosquillas en el rostro. Suga echó su cabeza hacia atrás exhalando profundamente, el placer le recorría todo su cuerpo, era algo exquisito, indescriptible, no se dio cuenta cuando comenzó a mover las caderas haciendo más profunda la intromisión de su miembro dentro de la boca del moreno. Con desesperación por acelerar el movimiento, enredó sus dedos en las hebras negras y a la vez que movía sus caderas hacia delante, sostenía la cabeza de su capitán atrayéndola. Daichi ponía un poco de freno al tener su mano sujetando el eje demandante.

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora