ES MEJOR QUE NO TE MUERAS, SI SABES LO QUE MÁS TE CONVIENE

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A cada grito que desgarraba su garganta, a cada punzada de dolor que lo embargaba entero, se convencía a sí mismo que era lo que él deseaba.

-Desnúdate-había dicho Heinhää. Y él lo hizo. Había quedado completamente vulnerable, al margen de lo que su diabólica reina deseara hacerle. Sabía que lo había descubierto, que ella sabía que no era el mismo. Y eso iba costarle caro. Era consciente que aquella mujer haría lo que fuese necesario para mantener su misión a salvo. La única meta que se impuso cuando todas las vidas de su raza se habían incubado en su interior, dándole las fuerzas que necesitaba para derrotar a las gemelas y hacerse de una vez por todas con el Deltaff. Heinhää había elaborado un meticuloso plan desde que abrió los ojos. Por supuesto no iba a permitir que un estúpido joven enamorado lo arruinase todo. Empero, también estaba consciente de que aún le era útil, y que no tenía pruebas suficientes para matarlo por traición. Heinhää había dicho "Tráeme sus esencias" y él había obedecido. Sin imaginarse que tendría el terrible imprevisto de enamorarse de una de las guerreras de la profecía.

Gracias a ése pequeño detalle aún seguía con vida, sufriendo, pero con vida. Y eso era todo lo que necesitaba para tener al menos una oportunidad de volver con Sansce. Estar vivo.

-Te he dado la libertad que creí eras capaz de manejar-aseveró ella, exhausta-. Pero temo por tu lealtad. Decirme que una tormenta te detuvo para volver es una vil mentira, nada te detiene. Para seres como tú y como yo sabes que se necesita más, mucho más que una tormenta para detenernos. No me interesa que hayas hecho ésos cinco días que estuviste lejos. Si te cogiste , como es tu afición, o mataste, como igual es tu afición, a todo lo que cruzara en tu camino.

Se acercó a su oído  tanto que una gota de sudor de Sekgä, cayó en la mejilla de la reina.

-Pero por ningún motivo voy a permitir que tomes vidas de los nuestros. Vas a resistir el mismo tiempo que ellos resistieron antes de morir y vas a sufrir los mismos tormentos que ellos sufrieron. Y es mejor que no te mueras, si sabes lo que más te conviene. 

Las Hermanas DeltaffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora