Sari dejó caer al suelo la lanza que usó para romper el cristal y sin mirar atrás salió por el agujero. Desafiando toda lógica.
"¿Cómo es posible?" pensó Okono "Está contra corriente no...puede..."
-¡Vamos!-aulló Sato tirando con fuerza de ella. Dándole a entender que no había tiempo para pensar.Todos habían salido ya. Sólo faltaba ella. Okono miró por última vez a Funren y éste le sonrió.
-Ve a salvarnos-dijo el anciano.
Sin más la muchacha saltó hacia el torrente de agua, y sorprendentemente para ella, logró salir sin ningún problema.
Sin embargo una mano se aferró a su tobillo, jalándola hacia atrás. Okono bajó la mirada y se encontró con Kemira, que de algún modo había logrado alcanzarla. Era tanto el enojo de la reina, que no le importó que no supiera nadar.
Okono se revolvió, el aire se le estaba terminando y aún seguía en el fondo del mar. Iba a abrir la boca.
La desesperación la inundó, como el agua salada a sus pulmones. Entonces pateó a Kemira con fuerza en la mandíbula, haciendo que ésta abriese la boca. Burbujas de aire escaparon de entre los labios de la reina mientras Funren tiraba de su cuerpo para meterla de vuelta al Mundo de Cristal.
Okono comenzó a nadar con urgencia hacia la superficie, pero las energías se le habían agotado intentando zafarse de Kemira. Sus brazos dejaron de responderle, al igual que sus piernas.
Estiró su brazo hacia la luz del sol, un sol que la esperaba fuera del mar, queriendo alcanzarlo sin éxito.
Antes de que todo se volviera negro, lo último que vio fueron los ojos azules de Sato.
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Las Hermanas Deltaff
FantasyPORTADA HECHA POR: @bizzleselfie DEMONIOS, DOS HERMANAS, UNA GUERRA. Una será la elegida para proteger el Deltaff (báculo otorgado por los Dioses para mantener el equilibrio del mundo), y la otra estará al servicio de los dang-blang. Demonios surgid...