HA ESCAPADO

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-Llevas ropas inapropiadas para una joven como tú-hizo notar Rengt rodeándola. No le había dicho que se moviese, y ella no planeaba hacerlo. Seguían en medio del salón, en calma aparentemente. Pero ella estaba esperando la oportunidad para que aquel hombre bajase la guardia y pudiera matarlo. Si era posible, antes de que éste quisiera quitarle los pantalones.

-Sé que eres una maga-admitió-. Pero eso no importa, mis brujos ampliaron un escudo alrededor del reino. No podrás hacer nada. Así que es mejor que empieces a hablar. ¿Qué es lo que están haciendo aquí?

Sansce se sujetaba las manos y respiraba pausadamente. Lo que el rey no sabía, era que el escudo estaba alrededor del castillo, no dentro y la magia iba despertando en su ser poco a poco.  Rengt clavó la mirada en ella y despojó cordialidad alguna. De dos zancadas se acercó a Sansce y la sujetó del cabello con fuerza. La maga reprimió una exclamación ahogada.

-No pienses que no sé lo que están tramando...-le siseó al oído-. Y tampoco creas que no puedo matarte. Estás indefensa  ¡sin magia! ¡sin nada! ¿Por qué están aquí?-repitió- ¿A qué vinieron a éste reino?  Pude sentir su asquerosa presencia desde que llegaron y no te atrevas  a decir que es para visitar a tu estúpida abuela. Alguien los envía,  ¿Los reyes de Weqrt? ¿Eres una espía de Perfia? 

Mientras el rey divagaba sin sentido, la muchacha deslizaba sus manos por el pantalón en busca de su daga,pero antes de que pudiera alcanzar el mango de su arma, Rengt la aventó. Haciéndole caer al suelo.

-Hay algo en ti que me repugna a sobremanera. Maldita puta-insultó Rengt con desprecio-. Pareces llevar peores enfermedades que la sífilis.

Sansce sólo soportó su mirada, preparándose para atacar.

-Aunque podría cogerte y matarte después.  Haré una excepción por esos increíbles senos-dijo el hombre. Pero en el momento en que  él se inclinaba hacia Sansce, la puerta se abrió de golpe. y por suerte, el soldado que irrumpió en la sala evitó que Rengt viera el filo de la daga de la muchacha.

-Es la prisionera-anunció-. Ha escapado.

Una brisa sacudió la túnica del rey, y al girarse descubrió que Sansce había desaparecido. Sin poder evitarlo alzó la mirada al techo y rugió de furia. 

Las Hermanas DeltaffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora