-No puedo seguir así-dijo Sansce de pronto, cortando el perpetuo silencio-. No puedo.
Rengi se giró para mirarla, sin comprender. Era la primera vez que se dirigía hacia su compañera desde que amaneció.
-¿No puedes qué?-repitió, irritado y confundido.
-No puedo seguir fingiendo-soltó al fin-. No soy una guerrera, no soy tu amiga, no soy nada.
Rengi tardó en procesar sus palabras.
-¿Es que...he hecho algo mal?-respondió con toda la calma que fue capaz de reunir. Sansce apretó los puños.
-¡No! ¡Tú no pero yo sí! No fui capaz de proteger a mi hermana y tampoco seré capaz de protegerte a ti. ¡Tan sólo mírate!-exclamó señalando la cicatriz del cuello.
-¡Puedes curarlo! ¡Tienes qué! ¡Ni siquiera lo has intentado!-le recriminó.
Sansce apretó los puños.
-Me he debilitado mucho-murmuró-. Desde la muerte de mi hermana no he tenido tanto poder. Y lo que ocurrió días atrás terminó de debilitarme. No tengo fuerzas para nada, tienes que entenderlo.
-No-negó él.
-¿No?-repitió ella.
-No voy a dejar que te justifiques así. No voy a dejar que tomes el camino fácil. No puedes porque no quieres. Te escondes detrás de tu dolor para no hacer nada-soltó, furioso-¿Al menos has pensado en alguien más que no seas tú o ese tal Sekgä? ¿Por ejemplo, en mí?
-No seas hipócrita-se mofó la maga-. Te fuiste porque no querías seguir en ésa granja.
-Pero decidí seguirte a ti, y lo único que das a cambio es lamentarte como mediocre-replicó Rengi. La ira del muchacho fue una fuerte bofetada al ego de la maga. Lo cual le hizo reaccionar. Guardó silencio, sabía que Rengi tenía razón y que ella simplemente se justificaba en vez de enfrentar la situación.
Sansce iba a replicar pero de pronto un dolor insoportable le atenazó la cabeza.
Ven
Se llevó las manos a las sienes.
-¿Sansce?-dijo Rengi extrañado.
Ven
La voz ya no era amable y fue entonces cuando comprendió. Sansce alzó la mirada hacia él, y Rengi, mucho tiempo después aún soñaría con la expresión llena de terror de la joven.
-¡Vete!-aulló ella.
-¿Qué? ¡No! No voy a dejarte sola.
Ven, haz estado lejos por mucho tiempo.
El dolor aumentaba. Parecía que su cabeza iba a explotar.
-¡VETE!-aulló, desgarrándose los pulmones.
Y sin que ella lo deseara, sus dedos se enterraron en la tierra y la energía comenzó a brotar de la joven como cascada. Rengi se quedó pasmado, incapaz de moverse mientras la tierra temblaba bajo sus pies.
Las grietas llegaron hasta los árboles y éstos comenzaron a caer, arrancándose desde la raíz. Sansce estaba fuera de control.
Miró al cielo y de su boca salió una llamarada de fuego.
Ven
-¡No!-se negó.
Ven
Sentía que una fuerza ajena le arañaba las entrañas y le impedía tener el control de sí misma. Ya había ocurrido esto antes, pero no como en esos momentos. Todos sus poderes salían de su cuerpo a borbotones y temió por Rengi.
El muchacho por fin había reaccionado, pero ya era demasiado tarde.
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Las Hermanas Deltaff
FantasyPORTADA HECHA POR: @bizzleselfie DEMONIOS, DOS HERMANAS, UNA GUERRA. Una será la elegida para proteger el Deltaff (báculo otorgado por los Dioses para mantener el equilibrio del mundo), y la otra estará al servicio de los dang-blang. Demonios surgid...