FIN DEL SUEÑO

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Sansce soñaba con lo mismo noche tras noche. Al principio todo marchaba bien, Sekgä estaba con ella y nada parecía fuera de lo normal...hasta que le pedía que cruzara el río de un salto. Era entonces cuando las cadenas aparecían y la apresaban desde el cuello hasta los pies. La maga había intentado entre deshacerse de aquellas cadenas que Heinhää sujetaba con ferocidad y burla. Pero sus esfuerzos eran en vano.

Cada noche era la misma desesperación. Y siempre despertaba impotente y cubierta en sudor.

Sin embargo aquella noche no despertó al instante. Algo cambió, porque de pronto no era Sekgä quien le ofrecía la mano. Sino una  joven que se hallaba a su lado.

Sansce  sintió una conexión rara, pero intensa entre ambas, y sin dudarlo estiró el brazo lo más que pudo hasta que sus dedos y los de la chica se rozaron.

Sus cadenas se apretaron con más fuerza. Sansce tenía dos opciones: quedarse con Heinhää y que las cadenas se aflojaran, o hacer el último intento por cruzar el río. La maga se topó con los ojos turquesa de la otra joven y no lo pensó más. En cuanto estrecharon sus manos, las cadenas se rompieron. Heinhää profirió un grito de furia, pero la maga no esperó a que fuera por ella.

Una sonrisa blanca se dibujó en el rostro de la chica mientras jalaba a Sansce con delicadeza. Sansce saltó hacia delante y la misma chica la atrapó entre sus brazos con dulzura.

-Ya estás conmigo hermana-dijo ésta acariciándole el rostro a la maga-. Donde Heinhää no podrá alcanzarte.

                                                                          FIN DEL LIBRO I

Las Hermanas DeltaffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora