Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.

capitulo 5, Dein noctu

Amy había buscado a Mason por todo el club, después de que rubiales la había soltado y se había ido con la otra chica, Soph. Cuando lo encontró, Amy lo abrazo mientras su corazón le latía con fuerza, mientras él le había estado preguntando si estaba bien a lo que ella no contestó, ya que no estaba segura, la verdad se sentía fatal. Él la había calmado y ambos habían salido de pandemonium.

Cuando ambos llegaron al departamento de Amy, Violet y Oliver se encontraban sentados en el sofá de sala que daba directamente a la puerta de entrada, Oliver estaba dormido y Violet parecía estar furiosa, se levantó del sofá en segundos, caminó con rapidez hasta Amy, que en ese momento solo veía sin ver y solo recordaba lo desagradable, muerte y ojos de color verde, tan hermosos y brillantes, en los que ella se podía perder.

–¿Amy?–preguntaba su madre, pero su voz parecía distorsionarse y también su rostro–. ¿Mason, qué le paso?

–No quiso hablar conmigo–esta vez ya oía las voces, y la de su mejor amigo era completamente alterada–. Lo siento, solo quería que se sintiera mejor en vez de estar en su habitación deprimida viendo sus aburridos posters.

–Esta bien–lo tranquilizó Violet–. ¿Amy?

Ella esquivó a su madre y corrió a su habitación, por el pasillo oscuro. Escuchó a Violet gritar su nombre. Cerró la puerta a sus espaldas y se recostó sobre su cama. Cuando habían asesinado a Charlie ella había llorado con desesperación y de miedo, su madre la había abrazado y consolado. Pero esta vez era diferente, no había visto muerte, solo una pesadilla, la peor de todas.

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       La luz de la luna entraba por la ventana de su habitación, el suelo bajo ella estaba helado como si fuera una capa de hielo. Estaba sentada en el suelo con la espalda contra la cama y podía oír el latido acelerado de su corazón. En una esquina de la habitación había alguien cubierto por una capa negra y capucha. Ella no podía ver el rostro, pero podía ver  una luz resplandeciendo dentro de la capucha. Era de un hermoso color brillante y era pura de cierta forma.

       El extraño sacó la mano de la capa y le tomó la mano, al tocarla su piel se empezó a tornar del mismo color negro que la capucha. Sacó la otra mano, dentro de esta estaba una lampara de la forma de una piedra, esta irradiaba una luz que la dejaba ciega. Al no poder ver nada, sintió un peso ligero sobre la palma y algo frío que la hizo sobresaltarse. Al sentir eso, la luz en la habitación se apagó y la llevó a la oscuridad de nuevo, en su palma estaba la lampara en forma de piedra que antes irradiaba luz blanca y pura, ahora irradiaba una luz negra y apagada.

       El extraño debajo de la capa había desaparecido y ella estaba sola en la habitación, solo la luz de la luna la acompañaba. Cerró los dedos alrededor de la piedra, y un liquido brotó de esta, espeso y caliente, el olor a metal le inundo la nariz. Abrió la mano y dentro de esta se encontraba sangre y ya no estaba la piedra. "Estas destinada a causar dolor, Emilia Swan"  cerró los ojos.

       Cuando los volvió a abrir, ella no estaba en su habitación, la sangre había desaparecido y el extraño en capucha, también la piedra brillante. Ella estaba en el campo, sus pies sobre el pasto húmedo. Estaba lloviendo y desde lo alto de la montaña en la que estaba se veía una ciudad, esta estaba en llamas y los gritos le produjeron un escalofrío, estos le taladraban en los oídos y se le partía el corazón al escucharlos, no había nada que ella pudiera hacer, escuchó un ruido a su espalda, Amy pudo ver a un chico frente a ella. Su sonrisa era deslumbrante y su cabello negro como la noche le caía en la cara. Sus pómulos eran muy angulosos, su barbilla tenía la perfecta forma y sus ojos color azul estaban rodeados de hermosas pestañas largas y rizadas. Él estiró la mano, tenia la mano cerrada y cuando la abrió de esta salió una mariposa blanca, que voló sobre su cabeza y fue directo a la ciudad en llamas.