EXTRA: Olivia

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Advertencia, sino quieren quedar con un trauma o prefieren no sufrir con esta parte, no se preocupen, no va a pasar algo que no sepan, es solo como muere Olivia reatado con más detalle.

Daniel estaba sentado en la banca de aquel pequeño jardín en el departamento de Ahira Huntley. No tenía ni idea de como se había enterado Ahira Huntley de que habían estado en peligro, no de muerte, pero sin duda alguien habría estado en peligro.

Eran cazadores de sombras, saltaban de grandes alturas todo el tiempo, pero el tener que proteger a Amy había sido un gran problema. No por tener que protegerla en si, pero Daniel tenía miedo de que se lastimara, esa había sido la razón por la cual se había metido entre la multitud de vampiros, para atraer su atención y que dejaran en paz a Amy, Kim y sus primos.

En el momento en que Daniel vio los recuerdos no se podía creer nada, algo en ellos le recordó a la historia de su madre, por no podía recordar, aunque no había estado apunto de morir, ni el padre de Daniel la había traicionado... bueno, en verdad no se se parecía en casi nada.

Amy se acomodó, estaba sentada sobre sus piernas y su cabeza estaba recostada sobre su pecho, Daniel no se lo podía creer, era algo que había querido por meses y ahora sentía que estaba cansado y avergonzado por lo que había hecho y por mostrar su horrible acento, solo Kim que era su parabatai había sido la única que sabía de su acento, obvio sus tíos y primos sabían que había tenía un acento, pero que cuando había llegado a Nueva York que se le había quitando poco a poco... También Olivia había sabido de su acento, le encantaba.

Recordar a Olivia fue horrible, en especial recordar cómo había muerto, había agradecido que Amy no hubiera visto lo que le había pasado en verdad

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Daniel se encaminó a central park, una horrible sensación de traiciona le recorría el pecho, no porque alguien lo hubiera traicionado, sino poeque él dentífrico que la estaba traicionando... A Olivia <Volveré, lo prometo, por ti, Oli> pensó, aunque ya estaba muy lejos como para volver.

       Se abrazó, se sentía tan culpable, debería de dar la vuelta, volver al instituto, con Olivia. Pero no podría, era como si su cuerpo no se lo permitiera, incluso su mente, tendría la oportunidad de encontrar al responsable de la muerte de sus padres y lo cumpliría. Tenía una corazonada, de que este tipo o tipa era el o la responsable.

       No habrían muerto en vano, jamás. No dejaría que eso pasara.

       Sentía una horrible sensación de que lo seguían, a lo cual ya se estaba acostumbrando... En Nueva York hay mucha gente. Probablemente no lo estaban persiguiendo pero sentía que si.

       Camino, no se detuvo, incluso aunque sentía que todavía lo seguían. Las calles estaban vacías en esa parte de la ciudad y las luces en las calles iluminaban muy poco, tanto que casi no podía ver, su runa de visión nocturna le resultó muy útil.

       Siguió así por unas cuantas calles, pero todavía lo seguían, ahora sí que estaba seguro.

Se detuvo, los zapatos de aquella persona también lo hicieron, sin duda que era muy silencioso.

       Su mano se reposo sobre la empuñadura de su Díkopo, este estaba guardado en su cinturón. Casi sin moverse, tomó el Díkopo, le dio un pequeño movimiento hacia abajo y las navajas salieron de ambos lados.

       –Muéstrate, imbécil.

       Se dio la vuelta, el arma en alto. Una de las navajas choco con la espada de alguien, llevaba una capucha puesta y no se le veía el rostro, sintió un escalofrío horrible.

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora