EXTRA!: pelea por mi

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Dieciséis años antes.

El frío del invierno había aumentado esa noche y aunque estaba cubierto hasta la nariz con las calientes mantas seguía teniendo frío.

Tenía tanto frío que le había quitado el sueño desde hacía tantas horas antes. Tenía tanto frío que levantarse de la cama sería como estar en el polo norte.

Se sentó en la cama de golpe al oír el grito. Era de parte de su madre...

Daniel empezó a temblar y no era por el frío, sino por miedo.

Su corazón latía con fuerza. La puerta se abrió de golpe y Owen entró en la habitación. Respiraba por la boca y estaba pálido como el papel.

       Owen se acercó a la cama de Daniel y Owen lo tomó en brazos cuando él se los tendió.

       Los gritos siguieron y Owen salió de la habitación con el pequeño Daniel en brazos. Casi nunca tenía miedo de nada, pero en ese momento supo lo que en verdad era tener miedo. Las manos le temblaban al igual que el resto del cuerpo, el corazón le golpeaba el pecho, cada vez más fuerte, mientras se acercaban a la habitación de sus padres. 

       Cuando Owen iba a abrir la puerta, esta se abrió y su padre salió, al notar que estaban ahí los dos, pareció aliviarse tan solo un poco, Daniel no entendía que sucedía. Mucho menos cuando su padre se agacho para abrazar a ambos. 

       Daniel que era el que estaba más pegado al corazón de su padre pudo escuchar su corazón latir con tanta fuerza. Podría escuchar a su madre, pero no eran gritos lo que escucho esa vez, sino sollozos. 

       El padre de Daniel camino hasta aquella pequeña sala, afuera de la habitación, puso a Daniel en uno de los sofás afuera de la habitación del pequeño. Después a Owen a su lado, él se acerco a su hermano y lo abrazo de una manera sobre protectora, Daniel no se apartó de los brazos de su hermano mayor. 

       –Owen, cuida de tu hermano–le susurró, Daniel no sabía como describir la forma en la que se escuchaba la voz de su padre... nada más que rota–, en unos minutos vendrá tía Izzy y tío Simon, ¿okey?  

       Owen asintió, pálido como una hoja y abrazó a Daniel con más fuerza. Justó cuando su padre empezaba a dudar en dejarlos solos, su tía Isabelle subió la escaleras, sus zapatos golpeando la madera. Ella corrió hasta el padre de Daniel y hablaron en susurros. Daniel no pudo descifrar ninguna palabra, solo escuchaba las voces. La de su padre temblaba con queda palabra que decía... La voz no era lo único que temblaba, sino que sus manos también lo hacían, y todo su cuerpo. 

       Su tía se cubrió la boca con una mano y tomó al padre de Daniel en brazos, mientras ella le susurraba otras cosas. 

       Los pasos volvieron a escucharse en las escaleras y su tío Simon se acercó corriendo a su tía y su padre y le puso una mano en la espalda a su esposa. Ella solo negó con la cabeza y le susurró algo. El tío de Daniel se dio la vuelta y se acercó a ellos. 

       Daniel le estiró lo brazos a su tío que lo tomó en brazos y lo levantó, alejándolo de Owen. Su tío se sentó al lado del hermano de Daniel y Owen lo abrazó. 

       Su padre y su tía se separaron y él entró en la habitación. Su tía se acercó a los tres. Su tío se levantó y dejo a Daniel de nuevo al lado de su hermano mayor. Ella y él hablaron en susurros, Daniel solo logró escuchar "ve con ellos".

       Su tío asintió, pero miró a Daniel y Owen por un segundo. 

       –Yo me quedo con ellos–dijo ella, su tío carraspeo y se alejo. Entró en la habitación en la habitación de los padres de Daniel.   

       –Niños, vamos a tenernos que ir a mi casa. 

       Dijo, Owen ya había empezado a llorar, lo que hizo que la expresión de su tía cambiara y que sus cejas se bajaran. Cuando ella se acerco, Owen salió corriendo a su habitación, cerrando la puerta a sus espaldas, su tía lo siguió. 

       Daniel se bajo del sofá con cuidado y salió corriendo a la habitación de sus padres.

       Cuando apenas entró solo tuvo vista de la enorme cama con postes, la habitación estaba en sombras, como el resto de la casa. Entró más en la habitación y vio a sus padres abrazados en el suelo, frente a la cuna de su hermana, como le había dicho su padre que la llamara. 

      Su tío estaba ahí, parado, tomando la mano de la madre de Daniel..Entonces Daniel vio ese charco de agua roja en el suelo. Este bajaba desde la cuna al suelo. 

       Daniel recordaba haber visto algo parecida día antes de que llegara su hermana. Se había caído al suelo y se había lastimado los codos, y algo así había salido. Como agua roja o el jugo que aveces su madre le daba pero de un color más fuerte. 

       Entonces sintió las manos de alguien debajo de sus brazos. Su tía. Ella lo abrazo y Daniel recostó su cabeza en el hombro de su tía que se alejo de la habitación. 

       Desde esa noche, Daniel no volvió a ver a su hermana. 

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora