Tres años atrás.
Clary Herondale miraba desde la ventana. En el jardín se encontraba su esposo, Jace, Owen y él lanzaban dagas a un árbol.
Daniel estaba sentado en el pasto leyendo un libro. Daniel era un chico muy sonriente, pero en ese momento estaba tan serio que incluso la sorprendió.
No había salido de la casa desde el Lunes y ya era Domingo. Estaba deprimida y no tenía planeado en salir. Se miró el brazo, la piel estaba tan pálida, necesitaba broncearse un poco, pero no había tenido ni ganas de salir de su habitación hacía unos minutos.
Envidiaba a su esposo, ¿cómo él podía seguir después de haber perdido a Britt?
Se abrazo a si misma intentando olvidar su dulce llanto. Recordó cuando Owen y Daniel lloraban, su llanto la destruían hasta hacerla llorar mientras Jace se reía de ella, pero el llanto de Britt jamas la hizo llorar, la tranquilizaba...
Fue en ese momento en el que una lagrima le cayo en el brazo. Habían pasado ya trece años, debía superarlo, pero... ¿Cómo se supera la muerte de una hija a la cual apenas habías conocido?
Sabía que Jace también se sentía así, lo había visto en las noches despertar con pesadillas y quedarse despierto hasta el amanecer afuera de los cuartos de los niños. Clary creía que la razón por la cual seguía sonriendo era por sus hijos y Jace... No lo haría sin ellos. Las anclas que la mantenían en tierra.
Izzy y Simon eran otra ancla que la mantenían en tierra. Había días en los que Izzy la sacaba de la cama y la obligaba a bajar a la cocina a desahogarse con alcohol, lo cual no la beneficiaba el día siguiente con las horribles resacas que tenía.
Levantó la vista, Jace desde fuera le sonrió, ella intentó devolverle la sonrisa, pero no pudo. Él le susurro algo a Owen, su pelirrojo hijo asintió, concentrado en lanzar su daga al árbol.
Owen ya tenía dieciocho años, ya no era un niño, tampoco Daniel, que ya tenía dieciséis. Aun podía recordarlos corriendo de habitación en habitación cuando eran pequeños, gritando y riendo.
Añoraba esos dulces días en los que sus hijos pasaban todo el tiempo detrás de ella y no escapándose de casa para entrenar con sus amigos o primas.
Sintió un gran golpe en el estomago al recordar que en dos meses Owen visitaría algunos institutos. Después de todo ya era un adulto. La aterraba saber que no lo tendría cerca, que estaría caminando libre sobre el peligroso mundo. La haría sentir más segura que nada más fuera a Nueva York, así tendría a Alec detrás de él, pero no podía pedirle tal cosa, después de todo él era padre soltero de tres hijos y que se encargara de otro más sería... no le podía pedir tal cosa, incluso aunque Raphael viviera en Los Ángeles.
Después pensó en Emma y Julian, ellos si podrían cuidar de él, además de que Raphael vivía en el instituto de Los Ángeles con su novia Irina. Pero ella ya no podía decidir por él. Ya lo había echo por dieciocho años.
Al abrirse la puerta, Clary aparto los pensamientos que habían estado rondando por su mente.
Jace entró por la puerta. La cerró a sus espaldas y con rapidez camino hacia ella, la beso, los fuertes brazos de él le rodearon la cintura y la levanto del suelo.
–Ya no pongas esa cara–le dijo, contra los labios.
Clary miró afuera, Daniel los miraba con cara de disgusto, al instante en que reparo que su madre lo veía volvió a su libro. (Amo a Daniel 😂👍)
–Harás... que Dani vomite... si me sigues besando.
Dijo ella, entre largos besos. Jace rió, dejaron de besarse, pero él seguía cargándola. A Clary le gustaba que la cargara, así podía ver esos hermosos ojos con detalle.
Jamás había dejado de verse guapo, su cabello estaba un poco largo, no tanto como lo había tenido antes. Apenas si se había dejado crecer la barba y el bigote, Clary pensó que se veía extremadamente guapo. Más maduro. (Un mango maduramente sexy!! 😝😂)
Clary no se cansaba de estar con su esposo, en verdad que lo amaba, en especial porque siempre era él.
Recordó cuando ambos eran jóvenes, Jace no era él mismo, parecía ser un actor interpretando a su personaje. Todos creían que él era como Jace dejaba que lo vieran. Era un buen hombre, sincero y amable, sarcástico cuando quería y firme cuando tenía que serlo.
Los meses en que habían batallado por esconder su amor habían sido los más difíciles, sin poder abrazarlo o besarlo frente a todos, había sido horrible.
Aveces tenía pesadillas con ello, que todo era un sueño y en la vida real ella era hermana de Jace. Él solía despertarla y abrazarla hasta que se calmara y quedara dormida.
Aveces las pesadillas eran peores, relacionadas con Britt, su hijita. Incluso había noches en las que despertaba después de una pesadilla y creía escuchar llorar a su hijita.
–¿Por qué estás así?
–17 de Febrero...
Ella no tenía que decirle que sucedía, él ya lo sabía. Él miró al suelo, había solo una emoción en ese rostro hermoso, dolor.
Ese día era el cumpleaños de su hija... El cumpleaños de Bridget.
*******
Hola bellezas... Wow, eso fue triste. Apuesto a que ninguno de ustedes reparo en que eso fue meses antes de que murieran Clary y Jace... Yo no estoy llorando, ustedes lo están *arrepintiendose completamente en haberlos matado*. Amo escribir con ellos, recuerdo cuando escribí el capítulo de la guerra oscura, omggggg, todos eran tan pequeños... Auch, soy una perr... Ejem, ejem. Mejor me calmo. Desde que escribí que la hija de Jace y Clary había existido, les juro que quise revelar su nombre en el momento, pero me dije "no lo hagas, pon más misterio" bueno, y ya lo saben,Bridget Imogen Herondale.
A quien se le hace conocido el segundo nombre? ☹️💔 sad... Bueno, ahora sí me despido, los quiero, bye!!!
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Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.
FanfictionDespués de haber presenciado un gran accidente mientras estaba de vacaciones, la joven Amy Swan descubre un mundo que solo pensó que existían en historias, y con ello la conexión que tiene su familia y ella con este. A lo largo de la historia, ella...