Capitulo 63, Mas mentiras

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       Emilia... Emilia. No tenemos mucho tiempo, despierta.

       Amy abrió los ojos de golpe. Estaba en el campo, como en la mayoría de sus sueños. Se encontraba recostada sobre el suave y húmedo pasto. Llevaba puesto un vestido negro y el cabello recogido, runas resaltaban negras en sus brazos y Amy no pudo imaginarse lo extraño que se sentía ser una cazadora de sombras completamente.

       Suspiró impresionada mirándose los brazos y el vestido que tenía reflejos morados.

       No debes de olvidar, ¿entendido? Solo tú puedes traer a Violet a casa, necesitas recordar...

       Amy escuchaba la voz de Ahira pero no sabía de dónde provenía. Por más que miraba a su alrededor para buscarla no la encontraba. Empezó a correr hasta donde escuchaba la voz de la joven bruja pero no lograba encontrarla.

       Te quiero, pequeña. No es la última vez que nos veremos. Ten cuidado, Emilia.

       Sintió una pequeña presión en la frente y seguido de eso todo a su alrededor empezó a desenfocarse para después. Invertirse en una luz amarilla.

       Gruñó cuando abrió lentamente los ojos. Que estos le quemaran con la luz del sol significaba que no era un sueño.

*******

        –Oigan, está despertando–escuchó la voz de Mason.

       Intentó abrir los ojos de golpe, pero no lo logro, los ojos le ardieron por causa del sol. Gruñó ante eso, se pasó las manos por el rostro y lentamente abrió los ojos.

       Definitivamente, Mason estaba ahí, sentado en una silla junto a ella. Detrás de él estaba Oliver, apoyándose en la silla mientras miraba a Amy por encima de la cabeza de Mason.

        –Bienvenida, pequeña Violet.

       Amy condujo la mirada al otro lado de la habitación en donde se encontraban una grandes ventanas con las cortinas verde menta claro se encontraban abiertas. Ray se encontraba parado frente a ellas, llevaba un suéter verde oliva y unos jeans que seguramente eran viejos debido al color. Llevaba el cabello despeinado y unas grandes ojeras debajo de los extraordinarios ojos. Le sonrió con cansancio.

       Estaban todos ellos excepto Alice y... Daniel.

       Amy carraspeó y se levantó tan solo un poco, aunque sea para no estar tan acostada, además de que esperaba que si se sentaba él estaría ahí. No sabía por qué, pero no podía creer que él no estuviera ahí.

        –¿En dónde está Daniel?

        Mason palideció y bajo la mirada al suelo, mientras que se padre se alejaba de la silla, Amy estaba segura de que estaba impresionado, probablemente solo estaba celoso de que Amy y Daniel tuvieran algo.

       Ella empezó a preocuparse cuando ellos no le contestaron, Ray y su padre compartieron una rápida mirada, pero al final los dos solo la vieron.

       –¿Quién?–preguntó Oliver desconcertado.

       Amy sonrió, jamás había visto a su padre tan celoso como para ignorar el hecho de que no lo conocía. Amy puso los ojos en blanco y acomodo la almohada. Ray se apartó de la ventana y se paró frente a la cama, empezando a palidecer.

      –Mi novio, Daniel Herondale. Lo acabas de conocer.

        Respondió ella con un tono de burla, se acomodó el cabello sobre el hombro y lo cepillo un poco con los dedos. De vez en cuando miraba en dirección a la puerta esperando a que Daniel entrará con un café o algo.

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora