Capitulo 33, Algo que no puede ser real

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Amy se encerró en el baño, sintiendo como su corazón se rompía más de lo que ya estaba, cada palabra que Daniel había dicho dejando un enorme hueco.

Amy estaba segura de que Soph seguía sentada sobre su cama, en donde se habían sentado un gran rato, hasta que Amy dejó de llorar. Amy no dijo ni una palabra, mientras Soph la consolaba... No merecía ser consolada, no merecía nada de eso. Merecía sufrir por haberle dicho esas palabras a Daniel.

        –Amy. Sal de ahí, habla conmigo ¿si?

       Ella no lo hizo, Amy no salió, principalmente porque tenía miedo de volver a llorar, de mirar a Sophia al rostro.

       Entonces ella suspiro. Escucho sus zapatos golpear el piso, cada vez acercándose más.

–Tenía catorce, no llevaba mucho tiempo en Nueva York. Era una niña estúpida que creía que sabía todo del amor, parece que no es así.

Amy se alejó del lavabo, se acercó a la puerta, pegando el oído a la puerta.

–El cónsul Benjamin le dio esta misión de averiguar por qué había tanta actividad demoníaca, se quedó aquí, en el instituto...

       "Solo me vasto con verlo una sola vez para que me enamorara perdidamente de él... Me enamore completamente. Si, con solo verlo. La primera noche que pasó aquí, se quedó conmigo en la cocina, después de la cena. Alec no quería dejarnos, pero termino yéndose a la biblioteca para contestar un mensaje del cónsul.

       Coquetee con él todo lo que quise, nadie nos veía o escuchaba, así que dije ¿por qué no? Él también coqueteo conmigo, incluso el día siguiente y el siguiente y el siguiente.

       No podía soportarlo más, no sabía que me hacia a mí... O a mi cuerpo, solo quería que me tocara.

       No le dije a nadie, pero pasaba las noche sin dormir... Lo deseaba tanto y no me daba cuenta. No hasta que él llegó a mi habitación y me besó. Buscamos una habitación apartada de la mía... para que nadie nos escuchara.

       Me di cuenta muy tarde de que estaba cometiendo un grandísimo error... me dejo. Se fue a Los Ángeles, me prometió que volvería en una semana... no lo hizo jamás.

       Me dejo un collar. Lo uso todos los días."

        Amy sintió que la estaba viendo, que ella estaba frente a ella y no al otro lado de la puerta.

       Esa parte de Sophie que no conocía... La razón por la cual aveces estaba triste mirando aquel dije... Ella había amado y lo había perdido.

–S-si quieres hablar... estaré en mi habitación.

Dijo Sophie, Amy no podía hablar. No se creía nada de lo que su amiga le acababa de decir, sintió una gran lastima por Sophie, la inundaba, quería abrazarla y decirle que estaba bien, que ella siempre estaría allí, pero no podía hablar.

Escucho la puerta cerrarse y la otra habitación quedo sumergida en el horrible silencio.

       Se sentó en el suelo. Su espalda contra la puerta, mientras temblaba.

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora