Capitulo 22, Ahira Huntley

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        –Hace años que no te veo Emilia–dijo la chica.

       Pero Amy jamás la había conocido, solamente la había visto en la cafetería y eso era todo. La chica pareció notarlo y puso los ojos en blanco.

       –Soy Ahira Huntley...

       Soph y Adam, que ayudaban a Max a levantarse miraron a la chica, a Ahira. Daniel le sonrió, mientras que rápidamente se levantaba del suelo.

       –La nueva alta bruja de Brooklyn...

       Dijo Daniel, sonriente. Amy miró a la mujer impresionada, los ojos de la chica brillaban deslumbrantes. En esa mirada vio muchos años pasar, pero era tan joven y bella. Bruja, como Max, se preguntó si sería como él, así de poderosa.

       –No tan nueva, corazón.

       Dijo ella, su tono era serio, pero no pudo evitar notar disgusto, en verdad que no parecía agradarle Daniel. Él sonrió y le guiño un ojo. Ahira hizo una mueca de asco.

       Ahira... Amy conocía ese nombre. Amy seguía en el piso, Daniel le ofreció su mano para ayudarla a levantarse. Ella aceptó su ayuda y se levantó, todavía pensando en el nombre. Casi sin sentir las chispas de electricidad que le producía tocar las manos de Daniel.

       –Eh escuchado tu nombre... ¿te conozco?

       Ella rió, miró a Amy y les hizo una ademan para que la siguieran.

       –Será mejor que me sigan, antes de que salgan los imbeciles—Dijo la chica, dando la espalda—. No queremos que la copa mortal peligre, ¿no es cierto, chico Herondale?

       La expresión de Daniel cambio de una sonrisa cínica a una mueca de preocupación. Él empezó a preguntar ¿Cómo sabes...?

       Probablemente él también se preguntaba sobre la copa, ¿cómo supo ella que habían entrado a buscar la copa?

       Amy sintió que palideció al recordar su visita al departamento de Ray, conocía su nombre, Huntley, Ahira Huntley. Sin duda Ray la había mencionado, lo había analizado por días. No entendía porque Ray, que conocía de toda la vida le ocultaba cosas, pero al decirle la verdad no lo pudo aguantar, eso había sido en lo que pensaba la mayoría del tiempo, pensó que el nombre era lo que menos importaba, después de tantas cosas que procesar.

       Daniel parecía ofendido,  usando miró a Amy como si le hubieran clavado un cuchillo en la espalda. La otra chica volvió a hacerles un ademán para que la siguieran.

       –Mi nombre es Daniel...

       Empezó a decir Daniel, su expresión imposible de leer, la chica sonrió y lo interrumpió sin más que decir, dejando a Daniel con una expresión de enojo, Daniel detestaba ser interrumpido, esa era una de las razones por las que se enfadaba tan seguido con Sophie y Max, tal vez aveces con Alec.

       –Ja, como si me importara.

       Contestó la chica, el vestido dorado rozó el pavimento con la brisa de la noche, no es que hiciera frío pero el aire era helado. La joven bruja empezó a caminar con elegancia.

       —¿Qué te hace pensar que vamos a seguirte?

       Ella dio la vuelta, el hombro un poco elevado sus cejas arqueadas de una forma sexy, en verdad que era hermosa.

       —No creo que les guste morir tan jóvenes, ¿o si?

       Daniel que estaba cruzado de brazos miró a Ahira como si no le convenciera su respuesta. Ella sonrió de lado y volvía a caminar. Daniel la tomó de la muñeca y la jalo cuando la joven bruja empezó a caminar, los tacones repiqueteando en el pavimento.

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora