Capitulo 25, un vistazo al pasado; parte dos

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       Cuando Daniel abrió los ojos vio una habitación antigua. Conocía esa habitación era en la que se quedaba siempre que visitaban la mansión Herondale.

       Tenía tres años, no sabía que sucedía pero sabía que sus padres se habían ido a otra habitación, su madre se había visto muy mal, cansada y su padre aterrado.

       Una mujer que Daniel no conocía habían entrado en la habitación, incluso ayudo a su mamá a caminar que al parecer no podía muy bien.

       Owen había llorado y gritado "ya no seré el favorito" mientras su tía Izzy lo abrazaba soltando una pequeña risita lo cual hizo que Owen llorar más. Su tío Simon se había quedado con ellos.

        Daniel se encontraba siendo abrazado por su tía, mientras tarareaba y le acariciaba la melena rubia y rizada. En ese entonces estaba embarazada.

       La puerta de la habitación se abrió y su abuela Jocelyn apareció en el umbral. Tomó a Daniel en brazos y lo cargo a otra habitación, seguidos de su tía, tío y Owen, que lloraba en brazos de su tío.

       –¿Adónde vamos, Nana?

       Así era como Daniel le llamaba a su abuela, no le gustaba llamarla de otra manera más que Nana. Ella río, tomó en brazos a Daniel y le susurró al oído.

       –Vas a conocer a tu hermana.

       Contesto. Daniel en ese entonces no entendía, siempre había tenido solo un hermano, jamás una hermana.

       Cuando entraron en la habitación se topó con una imagen de sus padres y una pequeña bebé en brazos de su madre.

       Su padre abrazaba a su madre que se veía increíblemente agotada, tenía el cabello empapado de sudor y las mejillas arreboladas. Ambos estaban sentados en la cama, viendo a la bebé sin apartar los ojos de ella. La bebé no lloraba y estaba calmada en los brazos de su madre.

       El cabello de la pequeña... El cabello de su hermana había sido de color rojo.

*******

       –Volveremos pronto, Dani–le susurro su madre mientras lo abrazaba–. Te amo mucho, pequeño.

       Ella se apartó y le plantó un beso en la coronilla, Daniel recordaba ese día como el peor de su vida. El día en que sus padres se fueron.

       –Clary, tenemos que irnos.

       Dijo su padre, le acarició el rubio cabello a Daniel y le dio un rápido abrazo.

       –Cuídate, campeón.

       Le dijo, ya se habían despedido de todos, pero no de Daniel. Había escuchado a si madre decir que él al último, lo cual le presumió a Owen con una sonrisa arrogante.

       Su madre le sonrió y salió de la casa, siguiendo al padre de Daniel.

       La imagen cambio como había su vida aquel día.

       Escucho los sollozos de su tía hasta su habitación, la cual estaba en el tercer piso de la casa de sus tíos.

       Bajo las escaleras corriendo como si estuviera siendo perseguido por un demonio o la mismísima muerte. Recordó haber estado muy asustado.

       Cuando llegó a la parte de abajo, vio a sus tíos abrazados en el suelo, había una carta en las manos de su tía.

       Daniel se acercó lentamente y tomó la carta con manos temblorosas. Abrió la carta, su tía sollozo más fuerte.

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora