Capitulo 62, Sabemos

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Ocho meses después

Daniel Herondale se levantó esa mañana dispuesto a ir al departamento de Amy Swan. Al salir del instituto no se despidió de nadie, ni siquiera de los nefilim que se estaban quedando en el instituto momentáneamente.

No había dormido en meses, no desde el día en que él y Amy se habían separado, la extrañaba tanto que era doloroso. Tampoco comía, y Daniel sabía que eso estaba preocupando a sus familiares, pero él no era capaz de hacerlo, no podía pensar en nada ni nadie más que no fuera Amy.

Estaba caminando como si estuviera solo en las calles, no llevaba puesto el glamour así que los mundanos con los que él se estrellaba lo insultaban, naturalmente a Daniel le importó poco. 

Hundió las manos en los bolsillos de la chaqueta negra de cuero, sintiéndose más vacío con cada paso que daba. Prometió que cuidaría de Amy y que no se alejaría de ella y eso no lo detuvo de hacer la mayor estupidez que se le pudiera ocurrir. Eso no lo detuvo de no sólo romper las promesas que se había hecho a él mismo, sino que después de lo que hizo pensó en otras opciones para mantenerla convida y a salvo, que solo se había sentido así porque ella había estado en gran peligro en ese momento.

Siguió caminando inconsciente de todo, los mundanos que empujaba parecían ser invisibles hasta que una chica se estrelló contra él.

–Lo siento mucho–se disculpó la chica, Daniel miró en otra dirección y siguió caminando, ignorando a la chica.

Daniel espero a que ella pasará a su lado, pero no se movió solo miró en dirección a la chica que ya se alejaba de él, y entre todos los otros mundanos pasando por ahí, Daniel pudo ver un destello del de rojo... el cabello de la chica.

Era el color rojo lo que le pareció inusual... Solo había visto a una persona con ese color de cabello... Su madre. Si su padre estaba con vida, ella... intentó seguirla, pero en un segundo ella se había mezclado en la multitud.

*******

No pudo entrar al departamento de Amy, recordó lo que prometió que ue no haría, no sólo se lo había prometido a. Sí mismo, sino que también se lo prometía a ella todas las noches, no importaba en qué parte del mundo se encontrará, ella tenía esa promesa. Se odio por haberlo hecho, aún así no le parecía correcto aparecer de la nada después de haberle dicho al hombre que olvidar era lo mejor para ella... Además de que Amy no lo reconocería.

Se dirigió de vuelta al instituto, no se molestó en ver a nadie ya que se dirigió a su habitación en donde pasó el resto del día encerrado intentando olvidar lo mucho que extrañaba a Amy
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El día siguiente Daniel salió a desayunar y la cocina estaba llena de personas, así que tomó solo una manzana y se dirigió a su habitación.

El instituto cuando tenía muchos invitados parecía ser otro, era más... alegre, lleno de vida, pero Daniel no se sentía bien como para estar pensando en esas cosas ya que lo único que pasaba por su mente fue haber recorrido esos mismos pasillos hacía meses atrás con Amy.

Ella se había visto tan feliz de ver todos esos cuadros y los tapices, Daniel había recordado lo extraño que se había sentido al verla, ahora sabía qué significaba eso que sentía... Aunque no era fácil de aceptar.

Se dirigió a la biblioteca aunque sea para tomar un solo libro y no aburrirse completamente en su habitación. Recordaba haber tomado la mano de Amy, haber leído lindos con ella antes de que las cosas se complicaran.

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora