Capitulo 61, La historia de esta noche

57 4 14
                                    

       Daniel ni Amy se dieron cuenta cuando Owen había vuelto a la batalla que se desarrollaba a unos cuantos metros de dos de se encontraban. Al parecer él había sido más que útil con sus efectivas runas, ya que solo quedaban unos cuantos para cuando volvieron.

       Ya no estaban apareciendo más lo que era bastante bueno, lo único malo que pasaba era que Aaron había desaparecido el padre de Daniel se encontraba abrazando a Alec mientras el segundo temblaba y tenía el rostro oculto.

       Sophie estaba a unos cuantos pasos de ellos, ella ayudaba a Max a mantenerse de pie, estaba pálido como siempre se ponía cuando usaba demasiado su magia. Lo bueno era que sonreía y Sophie también que sujetaba a su primo con cariño y firmeza.

       Daniel pudo ver a Owen quien también parecía apoyarse sobre alguien, Daniel no quería pensar en eso por el momento. Era la chica que había estado junto a él al pasar por el portal, también pelirroja y bastante bonita, aunque Daniel jamás la había visto en su vida.

      –Amy–Daniel apartó la vista al escuchar a un hombre llamar a la chica.

       Era el padre de Amy. Él miraba a todos con curiosidad pero al final la atención fue a su hija, ella lo miró con los ojos como platos.

       –¿Papá, que haces aquí?–preguntó Amy.

       Si Daniel no la conociera bien no se habría dado cuenta en lo mucho que parecía asustarla ver a su padre ahí. Él estaba más seguro entre cazadores de sombras que estar con alguien más.

       –Nos vamos.

       –¿Qué?

       Preguntó ella, por el tonó de voz que uso la chica, Daniel supo perfectamente que estaba enfadada. Seguramente era el hecho de que le acababan de dar una orden después de meses de no haberlas seguido completamente, después de tres meses sin reglas y casi completa libertad.

       Daniel incluso notó perfectamente el enfado marcando sus rostro. Quiso alejarse de ella para que hablara con su padre a solas, pero ella no lo soltó, levantó la barbilla, terca como siempre, miró a su padre con una mueca en los labios.

       –Nos vamos, iremos a casa.

       El alto y delgado hombre tomó a Amy del brazo y la jaló, ella se soltó del agarre de su padre y lo miró furiosa.

       –¿Para qué?–preguntó Amy y empezó a llamar la atención de muchos–. ¿Para que vuelvan a atacarnos? ¿Para qué se lleven a Alice o a Ray?

       –Emilia...

       Empezó a decir el hombre, estaba impresionado, seguramente por el comportamiento extraño de su hija. Hasta ese momento Daniel notó lo cambiada que estaba, lo autónoma que se había convertido. Daniel prefería a aquella Amy, que no necesitaba a nadie que tomara decisiones por ella, que se defendiera sola. Aunque no importaba como fuera ella... Daniel seguiría pensando que era perfecta para él.

       –No, papá, lo digo enserio...

       Gruñó enfadada, pero Daniel solo pudo escuchar a medias, como si estuviera debajo del agua. Sabía que no era correcto que ella castigara a su padre con ese comportamiento, aunque el hombre tal vez lo mereciera un poco esa no era la manera de enfrentarlo.

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora