Capitulo 54, Cada mentira afecta.

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       –Hijo–Dijo el hombre.

       Alzó los brazos como si fuera a abrazar a Daniel, pero él dio dos pasos a atrás y empujó a Amy detrás de él.

       –No...–dijo Daniel, la voz le tembló–. No puede ser posible... Tú... Moriste.

       –No, hijo.

       Amy solo había tenido visible un poco de la imagen del padre de Daniel, pero ahora no... como si la estuviera protegiendo de un demonio. Probablemente se estaba asegurando de que no lo fuera. Él dio un paso, el cabello rubio del hombre brilló bajo la luz de la enorme luna. Estaba haciendo bastante calor y aveces Amy olvidaba que estaba empezando a llegar la primavera.

       –¡No te acerques!–gritó Daniel.

       Amy supo perfectamente que no lo decía para que el hombre de alejara de él, sino de ella, de lo contrario no la abría puesto detrás de él.

       Ella odiaba que la tratarán como una niña indefensa, pero algo en el gesto de Daniel la hizo quererlo más, tener más en cuenta que lo que le había dicho a Mason era cierto.

       Además, no quería que él se pudiera peor, después de todo estaba viendo a su padre que había creído que estaba muerto por tras años.

       –Daniel...–empezó a decir Amy, pero ella se interrumpió.

       –¿Dónde está mamá?–preguntó Daniel, la voz se le quebró cuando dijo la última palabra.

       Amy le tomó el brazo a Daniel. Ella no sabía que hacer para detenerlo, para alejarse de su padre sin hacerlo trizas.

       El padre de Daniel bajo la vista a la tierra bajo sus pies. El corazón de Amy dio un golpe fuerte al ver el rostro de Daniel... Su expresión.

       Daniel se soltó del agarre de Amy, ya no había tristeza infinita, sino una ira incontrolable.

       Él no corrió sino que camino más rápido que eso, en un minuto ya estaba ahí, el brazo contra el cuello de su padre, empujándolo contra el barco.

       –Estas mintiendo–dijo, la ira marcando cada palabra–. ¡¿Dónde está ella?!

       Amy intentó acercarse a Daniel y detenerlo, pero apenas dio un paso y alguien la tomó del brazo. Mason. Ella lo volteó a ver.

       La expresión de su amigo jamás la había visto, una advertencia calmada. Pero ella no estaba asustada, nunca estaría asustada de Daniel.

       Ella sabía quién era él de verdad, y ese chico enfadado que ella veía no era su Daniel.

       Se soltó del agarre de su amigo y corrió haga Daniel, le puso una mano en el hombro.

       –Daniel–le susurró con calma, pero él no la veía–. Daniel, mírame.

       Él apretó el agarre y entrecerró más los ojos mientras veía a su padre.

       Amy recordó cuando le llamó Dani en la fiesta de Ahira, él se había visto tan feliz de que Amy le llamara así, solo ella rogaba de para que volviera a pasar.

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora