Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.

Capitulo 28, Más preguntas, sin respuestas

Al llegar al instituto Amy sintió un gran alivio. Todo su cuerpo adolorido parecía estar aliviado, de hecho. Nunca había pensado que extrañaría tanto el instituto, pero si lo había hecho.

El sol había empezado a salir cuando salieron de la pequeña casa. Daniel se había quedado en un estado de silencio y desesperación por llegar al instituto. En verdad que no se veía bien. Parecía como si acabara de ver a un fantasma.

Amy no lo culpaba, después de todo, todos estaban como Daniel, incluso Kim.

Daniel había buscado pistas en los cajones de de algunos de los libreros, dentro de unos cuantos libros, en casi todo. Solo habían encontrado unas cuantas fotografías escondidas en un libro.

Las fotografías las había tomado Daniel y las había inspeccionado como un obsesionado. Había una fotografía de los padres de Daniel acompañados por los padres de Sophie y Alec, otro hombre se encontraba al lado de él, por la forma en la que lo abrazaba, Amy supo que había sido su pareja.

Amy pudo reconocerlo, al hombre junto a Alec, había escuchado mucho de él en París, era un brujo muy conocido por todo el mundo. Magnus Bane, Amy no sabía mucho de él, eso había sido hace años y ella ya no tenía la misma conexión con el mundo de las sombras como lo había tenido antes.

Entraron al instituto, cansados y sin una gota de energía en el cuerpo.

Daniel les dijo que lo siguieran a lo cual Amy hizo u gesto de cansancio. Los demás también parecieron estar molestos ante aquello.

Unos minutos después de caminar por los pasillos largos y ya no tan oscuros por la luz del día, Amy se dio cuenta en que se dirigían a la biblioteca, probablamente para hablar con Alec.

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Amy no se equivocaba. Alec había estado Junto a una de las ventanas, absorto en observar la ciudad, Amy sabía lo increíble que se sentía ver Nueva York desde las alturas.

Al verlos, él se alejó de la ventana y los observo de uno en uno, probablemente asegurándose de si estaban bien. Daniel dejó la espada mortal en la mesa.

–¿Dónde está Max?–preguntó con calma, aunque Amy pudo escuchar los nervios y un poco de miedo en su voz.

Daniel se había puesto a contarle todo lo que había sucedido en la noche, incluso había mencionado en que habían atacado a Amy, Alec al momento la miró, inspeccionando haber si encontraba alguna herida que no encontraría.

En fin, cuando Dani termino de contar toda la historia, Amy se sintió más cansada, no podía creer que todo eso hirviera pasado en una noche. Al parecer Alec tampoco.

Soph entrelazo su brazo con el de Amy, recostó su cabeza sobre el hombro, aunque al parecer tuvo que flexionarla un poco sus rodillas, Soph no era muy alta, pero siempre lo parecía por esos zapatos que usaba, estaba vez usaba unas botas, pero el tacón no era tan alto, lo cual dejó a Amy impresionada.

–¿No quieren sentarse?–preguntó Soph–me duele todo el cuerpo y cuando digo todo es todo

Los demás ya estaban a medio camino. Me senté junto a Daniel, y Soph seguía con la cabeza sobre el hombro de Amy y su brazo agarrando el suyo.

Adam al lado de Soph y Kim, se veía incomoda y molesta por no estar al lado de su parabatai. Adam también se veía incomodo.

Alec estaba sentado en el sillón de siempre, una taza llena de café extremadamente cargado estaba sobre la mesita de al lado.