Amy no había visto nada así, era como estar viendo un tornado, desde dentro, el polvo rodeaba a todos los presentes y le picaba en la nariz a Amy, se quedó inmóvil.
–¿Qué es eso?
Preguntó por encima del ruido, le tomó el brazo a Daniel, cuando el viento se intensificó. Este miró la mano de Amy sobre su brazo y sonrío triunfador.
–¡Un portal!–respondió Max
–¡¿Portal?!–preguntó ella.
Tomó el brazo de Daniel con más fuerza, entrecerró los ojos por el viento, le ardían. El cabello le golpeaba el rostro y la espalda, como un látigo.
–¡Piensa en tu departamento!–le ordenó Daniel
–¡Pero...!–se interrumpió cuando Daniel la protegió con su cuerpo y la obligó a entrar en el portal.
Ella gritó y pego su rostro al pecho de Daniel
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No supo qué pasó ya que había cerrado los ojos, solo sintió que su cuerpo golpeó el suelo, del costado derecho, pero algo amortiguó el golpe.–Carajo—susurró alguien, sintió el aliento en la coronilla.
Era rubiales, o eso creía. Abrió los ojos, solo vio la tela negra de la chaqueta de alguien, ella apartó el rostro y miró arriba, lentamente.
Definitivamente era rubiales, ella frunció el ceño enfadada y lo apartó de golpe, todavía en el suelo.
–Un simple gracias hubiera bastado–se quejo, limpiándose la ropa.
Él ya estaba de pie, le tendió la mano, ella la apartó de golpe y se levantó enfadada. Amy puso ver que los demás habían caído de pie, algo le dijo a Amy que Daniel también hubiera sido capaz de hacerlo si era tan bueno como decía ser, lo cual la hizo enfadar más.
–Tu...–dijo ella enfadada–... ¡Me- me hubieras dicho, pensé que iba a morir!
Él la miró de forma extraña, tal vez estaba siendo un poco paranoica, pero Amy tenía todo el derecho de estar enfadada, por semejante susto. Adam se acercó a ella, Sophia siguiéndolo por detrás, atándose el cabello en una larga coleta de color café oscuro, casi negro.
–¡Por el ángel!–exclamó Daniel, se tapó con boca con la mano.
Todos pegaron un brinco y se pudieron en posición con sus armas, excepto Amy que se quedo inmóvil. Sophia saco dos cuchillos serafín, a los cuales nombro, y salieron de la empuñadura.
–¡¿Qué?!–preguntó Sophia.
–Amy no sé voló con el viento del portal.
Todos después de unos segundos dejaron sus posiciones y lentamente dieron vuelta para ver a Daniel, Kim puso los ojos en blanco, la boca de Sophie era una linea recta y parecía estar a punto de usar sus armas en rubiales, si no hubiera estado Adam ahí.
–Solamente me abstengo de no matarte porque eres mi primo, me has sacado el susto de la vida–dijo Sophia, cruzada de brazos.
Daniel sonrió y le guiñó un ojo a Sophia, lo que pareció disgustarla más, le dio unas cuantas vueltas a los cuchillos en sus manos y los metió en su cinturón, al mismo tiempo que se dio la vuelta.
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Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.
Hayran KurguDespués de haber presenciado un gran accidente mientras estaba de vacaciones, la joven Amy Swan descubre un mundo que solo pensó que existían en historias, y con ello la conexión que tiene su familia y ella con este. A lo largo de la historia, ella...