Adam
Adam Lightwood había observado a Kim por minutos y ella no había dicho absolutamente nada, solo se había dedicado a mirar al suelo, con el ceño fruncido.
Kim.
Adam no la conocía mucho, ella jamás se había molestado en hacerlo, solo con Daniel.
Adam había escuchado a su padre hablar de ella desde antes de conocerla, pero a él jamás le llamó mucho la atención, no hasta que ella llegó al instituto.
Adam había intentado llevarse bien con ellas. Le hablaba de lo que fuera que le pasara por la cabeza, pero ella no decía nada, permanecía callada todo el tiempo y eso lo hacía sentir mal y molesto, aunque claro, había sido muy joven para entender completamente lo que significaba la muerte y el dolor.
Sophie y Max también intentaron hablar con ella, hacerla sentir como parte de la familia, pero jamás se molestó en dirigirle unas pequeña mirada, con eso se gano el odio de Adam. Con el paso de los años ese odio se fue y no quedó nada más que un gran vacío hacia Kim.
Aunque jamás se llevó bien con nadie, Adam jamás pensó que fuera aquella traidor a que veía, aquella chica llena de odio que miraba al suelo en ese momento.
Traidora. Débil.
Adam jamás se había atrevido a pensar de esa manera de Kim, pensó que ella era fuerte, que tenía honor, pero era claro que no. Un buen nefilim jamás traicionaría a sus compañeros. Jamás. Era de las primeras cosas que le enseñaron de joven, incluso Max sabía y cumplía eso siendo brujo.
–Débil–susurró mirando al suelo. No podía verla sin querer gritarle todo lo que pensaba.
Estaba tan molesto que no podía controlarse. Quería gritarle... pero ella no era digna de esa atención, no merecía que Adam desperdiciara su tiempo de esa manera.
Ella no hablo, aunque Adam sabía que lo había escuchado, ella ni siquiera se molestó en levantar la cabeza, solo vio como sus manos atadas se apretaban en puños fuertes.
Siempre le había temido, Kim era tan fuerte y ágil, en verdad que daba miedo. Pero en ese momento, con ella atada, sentada y sin moverse, se dio cuenta de que era una chica, normal y común, más fuerte o no, seguía siendo joven, y tomaba decisiones tan estúpidas como todos los jóvenes. Aunque eso no justificaba que no solo lo había traicionado a él, sino a todos. Kim y había traicionado a su parabatai y único amigo. Probablemente la única familia que tenía y ni siquiera se molestó en meditarlo antes de clavar aquel puñal en la espalda de todos.
La puerta se abrió, Adam la vuelta para enconcontrarse con Daniel y Amy, ambos tomados de la mano...
Jamás se había sentido tan enojado como se sentía en ese momento... Con su primo, por conseguir la atención de Amy. Quien sabía que más había conseguido de ella, con Daniel no se sabía...
Había algo diferente en Amy. Algo en su mirada, en la pequeña sonrisa que escondía. Hasta el cabello lo tenía un poco despeinado. Adam evitó pensar en lo peor, pero ya era demasiado tarde, ya lo había hecho.
Y eso lo molestaba.
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Daniel
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Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.
FanfictionDespués de haber presenciado un gran accidente mientras estaba de vacaciones, la joven Amy Swan descubre un mundo que solo pensó que existían en historias, y con ello la conexión que tiene su familia y ella con este. A lo largo de la historia, ella...