EXTRA!: la habitación en donde sucedio

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Titulo del capitulo inspirado en una canción de Hamilton el musical ;3

       –¡Tengo un plan!–gritó Daniel entrando en la cocina.

       Todos estaban sentado en la gran mesa, Sophia junto a Alec, él estaba en la cabecera, Adam al otro lado justo frente a Soph que mandaba mensajes de texto con una sonrisa dibujada en el rostro. Adam estaba frente a la estufa, se dio la vuelta cuando Daniel entro en la habitación y le negó con la cabeza a su primo, que lo miró y sonrió con más fuerza. Alec se cubrió el rostro con las manos, exasperado y Sophia despego los ojos del teléfono para después mirar con desaprobación a Daniel que sonrió más.

     –¿Y cual es tu gran plan, fortachón?–preguntó Adam que volvió a lo que estaba cocinando.

       Sophia volvió a mirar su teléfono y sonrió por lo que dijo su primo. Daniel se sentó al lado de Amy, su hombro tocando el de ella, Amy se quedo inmóvil, Sophia los miró disimuladamente y sonrío lo cual provoco que Amy se sonrojara como una cereza.

     –¡Entraremos en el Dumort y recuperaremos la copa!

       Alec que había tomado un sorbo de su café empezó a toser, los ojos de todos se posaron sobre Daniel, que parecía orgulloso de si. Sophie le dio palmaditas a Alec en la espalda y miró con horror a Daniel.

      –No es que no lo supiera–empezó a decir Soph, Alec dejo de toser–. ¡Pero en verdad has perdido la cabeza! Es un hotel literalmente repleto de vampiro que te drenarían la sangre y te dejarían como un calcetín en el suelo...

      –Soph, parece que no sabes quien soy–ella frunció el ceño–. Daniel Christopher Herondale, soy intocable, excepto que sea una chica, en ese caso, puede tocar todo lo que desee.

       Dijo, paso un brazo por los hombros de Amy, ella se apartó y Alec escondió el rostro de nuevo en sus manos mientras suspiraba exasperado. Sophia tenia una mano sobre el hombro de su tío y su expresión era de completa confusión y desagrado.

      –Asqueroso–susurró ella–. Eres un asqueroso, repugnante...

     –¡Ya es suficiente!–gritó Alec–. Paren los dos en este instante. Nadie va a ir, ya notifique a la clave, están contactando con los hijos de la noche. Son ordenes directas del cónsul Truescros.

    –Alec, estamos hablando de la copa mortal–empezó a decir Daniel–. No una copa de vino.

       Sophia negó la cabeza, como si estuviera advirtiéndole de algo. Adam también tenía esa misma expresión.

        –Daniel, es en contra de la ley–lo reprendió Max, que había llegado sin que Amy se diera cuenta–. Es su territorio, podrás entrar, pero no salir.

       Daniel rió sarcástico. A lo cual Max solo pareció molestarse.

       –Mis padres y tío Simon entraron y salieron–puntualizó Daniel, a lo cual Alec puso los ojos en blanco por un segundo.

Amy se hundió en el asiento, mientras que Rubiales y Alec hacían competencias de quien se fulminaba mejor con la mirada.

Sophie suspiró exasperada y Adam dejo de cocinar. Max sonrió, Adam empezó a sacar los platos, cuando Max que parecía hambriento puso todos los platos y cubiertos, dejando a Adam con una expresión de molestia, miró a su hermano con los ojos entrecerrados.

       –No me importa que tus padres lo hayan echo–empezó a decir Alec–. No iras, ¿entendido?

       –Alec...–empezó a decir, cuando Alec lo interrumpió. Daniel contrajo sus dedos hasta tocar sus palmas, en puños.

       –¿Entendido?

Daniel hizo una mueca de disgusto, tan rápido que Amy no estaba segura de sí lo había imaginado. Dejó de apretar los puños y asintió.

–Sí

Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora