Cazadores de sombras: Ciudad de misterios.

Capitulo 60, Owen Herondale

Daniel corrió lejos de la pelea, en dirección al instituto, probablemente Adam y Amy todavía no estaban a ahí, pero si podía encontrarlos en el camino sería mejor.

Sintió la presencia de alguien, él sabía perfectamente quién era por la forma en la que corría, liviano como una hoja callando de un árbol en otoño. Aunque no sabía si estaba listo para hablar con su hermano. Después de todo no había hablado con él en años y la última vez que habían hablado no habían sido muy amables el uno con el otro.

–Increíble reunión familiar, ¿no es cierto, hermanito?

Daniel intentó reaccionar, solamente siguió corriendo, tenía el estomago comprimido dentro del pecho desde que Amy se había ido con Adam. Daniel confiaba en Adam y sus habilidades, pero aún así se sentía nervioso no podía verla, ¿qué tal si algunos demonios la habían seguido?

       –Okey, fui muy amable.

Gritó Owen y al siguiente segundo el hermano mayor de Daniel ya lo estaba agarrando del brazo y obligándolo a detenerse de forma brusca.

Lo primero que Daniel pensó fue en estar enfadado, pero no fue así, estaba feliz por tener a su hermano con él, pero tal vez no estaba pensando con claridad, tal vez él solo debería de dejar que el cariño de su familia... Y de Amy, dejarlo que lo ayudaran.

       Pero no podía, no podía enfrentarse al mundo sin sus máscaras. Aquellas mascaras que lo habían protegido y a los que amaba por años, no las abandonaría si mantenía a salvo a sus seres queridos. Era lo correcto.

       –¿Qué?

       Preguntó Daniel. No pudo ver a su hermano a los ojos sin ver a su padre y recordar lo que él hizo.

Owen tomó a Daniel de los brazos y lo obligo a mirarlo. Daniel se sintió como cuando estaba pequeño y Owen descubría todas travesuras.

–Bueno... ¿Qué pasa contigo?

Preguntó su hermano y se apartó el cabello pelirrojo de la frente, idéntico al color del cabello de su madre. Owen era más parecido a su madre que a su padre, pero aun así se podían ver los rasgos Herondale en su rostro.

Cómo podría decirle a su hermano que estaba destrozado, que cada vez que intentaba curarse algo volvía a romper todo en su alma.

–Debo de encontrar a Amy.

No pensó lo que dijo, no supo porque lo hizo. Mientras menos personas supieran de Amy ella estaría más a salvo.

–¿Amy?–preguntó Owen.

Los ojos del hermano de Daniel se abrieron de impresión. Seguramente Owen sabía de Amy y cuál era su apellido. Owen siempre lo sabia todo. Era el chico dorado, todos lo amaban y apreciaban. No era sorpresa que hasta los miembros más importantes de la clave también lo adoraba y informaban de todo.

       –Hablamos de esto después, ¿si?

       Dijo, no quería involucrar más a Amy, no era el momento para hablar de su relación o sentimientos hacia ella. Tal vez estaba alejándose de problemas de su pasado al no hablar con su hermano, no le importó tanto ya que era más importante ir con su novia que probablemente estaba en peligro.

       Owen asintió y soltó a Daniel. Daniel puedo ver perfectamente cómo sus palabras afectaron a su hermano, se sintió mal por eso, pero no hablaría de eso en aquel momento.

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Daniel no se dio cuenta de exactamente qué hacía, solo buscaba a Amy, ni siquiera sabía si su hermano lo estaba acompañando o había regresado a a la pelea. No tenía tiempo para pensar en nada más.

Cuando le había dicho a Adam que si Aaron aparecía que él y Amy se fueran no había pensado que fuera tan difícil. Pero cuando su mano soltó la de ella y Amy no dejó de verlo como si fuera la última vez él sintió su corazón quebrarse, todo para que no pudiera pelear con el hombre, para que no pudiera asesinarlo como deseaba hacerlo.

Su padre tenía razón, no era el destino de Daniel terminar con la vida de Aaron, aunque Daniel no quisiera aceptarlo era cierto, también tenía miedo de que aquel hombre siguiera con vida después de todo lo que había hecho, y lo que seguiría haciendo hasta lograr lo que quería.

A la distancia pudo ver dos personas y pequeñas sombras corriendo de un lado al otro... más bien en círculos alrededor de Adam y Amy, la estaban llevando bastante bien los dos, seguramente no necesitaban ayuda de Daniel, aún así no pudo ver a Amy sin querer protegerla como siempre lo hacía, así que corrió en dirección a ella y Adam.

–¡Daniel, espera!–gritó Owen a mis espaldas.

Amy levantó la cabeza de golpe, distrayéndose del demonio que ya estaba casi sobre ella, aunque ella no se percató de aquello.

Corrí más rápido, tal vez como nunca lo había hecho, llegó hasta el demonio justo a tiempo en que este cayó sobre Amy le hizo un pequeño corte en el brazo, Daniel uso el Díkopo en su mano para deshacerse de él.

Amy ni quiera se dio cuenta del corte en su brazo ya que se lanzó a los brazos de Daniel mientras Owen y Adam acababan con los pocos demonios alrededor.

Daniel apartó a Amy de su cuerpo solo para revisar la herida, revisar que no hubiera veneno, ella soltó una pequeña Roda mientas le pasó una mano por la mejilla a Daniel y lo obligó a mirarla.

Daniel lo hizo y agradeció que no hubiera pasado lo mismo que había pasado con Olivia esos años atrás. Pero era tan pequeño que hasta un mundano prensaría lo mismo.

–Estoy bien, Dani–susurró ella.

Esa vez Daniel si se permitió abrazarla. Una de las cosas que más le gustaban de Amy era esa paz que ambos sentían cuando estaban juntos, que tuviera esa persona que calmara su corazón en los peores momentos, como ese.

–Gracias, Raziel.

Susurró él con la calma que ella le proporcionaba con aquel abrazo.

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Holaaaaa, espero que estén bien y que les haya gustado este corto capítulo, también espero que Owen les haya agradado, aunque no haya salido mucho, aunque sea ya lo conocieron. No es lo último que van a leer de él 😌.

Les voy a explicar porque no pude publicar ayer. La verdad es que necesitaba dinero para compararme un libro (soy incorregible) y una amiga me ayudó a encontrar trabajo, así que las dos nos fuimos a trabajar y estuvo beio, en fin, esa fue la razón, por la que no publique, me la pase todo el día te trabajando, ajjaja, lol, estoy muerta. Espero que no me odien, los quiero, byessssss