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Capítulo|13:

Alana

Después de que Ian se fuera a su oficina,baje las escaleras hasta él piso de abajo.

—¿Qué tal la reunión Al?—Claudia preguntó.

—Bien,Molly estuvo a punto de ser la cara de la empresa.—suspire.

—¿Y?—Preguntó Andrea.

—Obviamente se busco una mejor solución,pero creo que Martijn esta echando furia si pasa por aquí molesto es porque gracias al voto de Ian mi idea se llevará a cabo.—las miré.

El ascensor sonó y las puertas se abrieron,de este salio Martijn y Molly que conversaban de algo,me gire a ver a las chicas y ellas me miraron.

—Quiero dos cafés en mi oficina. —Martijn al paso me habló,se dirigieron hacia su oficina y entraron.

—Por favor...—susurre molesta.

—Otra vez él ratón fue atrapado por la gata.—dijo Claudia.

—No creo que me necesite mas él resto de la tarde,la tiene libre.—me encogí de hombros.

—Además que incómodo estar ahí metida.—exclamó Andrea.

—Iré por los cafés. —sonreí en modo de despedida,camine hacia la cocina y saque dos tazas del mueble para servirlos.

—¿Van a tomar él te?—preguntó Lila entrando a la cocina.

—El y Molly.—puse las tazas en la bandeja.

—Quizás le guste él café con sal,¿lo has probado?—agarró él salero y le hecho un poco.

—¡Lila!—exclamé.

—Amargo y salado,como ambos.—se río,le hecho una cuchara de azúcar y luego lo batió.

—Van a despedirme.—reí despacio.

—Mientras que no sea al café de tu jefe,no tiene porque.—me guiño él ojo. Saco unas galletas del mueble y las llevó junto con una botella de jugo,probé del café y sabía raro pero con gusto a café,supongo.

Salí de la cocina y camine hasta la oficina,escuche risas desde afuera y decidí entrar,ambos pararon de reír y camine hasta los sillones,deje la bandeja en el centro de la mesa pequeña que descansa junto al juego de sillones,pude sentir la mirada penetrante de Martijn al momento que deje la bandeja.

—¿Algo más?—lo miré sin expresión alguna.

—Faltan las galletas.—me miró Molly.

—Las venden al frente por si se te apetecen.—le sonreí falsamente.—cruzas la calle y entras al micro mercado,¿nada difícil verdad?

—Eso es todo,puedes irte.—Martijn habló seco,nada raro.

Alce mis cosas del escritorio junto al ramo de flores,salí sin decir "adiós" y las chicas me miraron.

—¿Ya te vas?—asentí.

—Nos vemos mañana.—sonreí.

—Que bueno que están las tres juntas,vengo a invitarlas a la junta que haré en mi casa más tarde,a las 8.—Louis llegó agitado al pasillo.

—Gracias.—dijo Claudia.

—Vayan,no falten.—me miró.

—Seguro,nos vemos.

Salí de la empresa y me subí a mi auto para irme a mi departamento,son las cinco de la tarde y llegaría a descansar y comer algo para después ir a la casa de Louis.