Capítulo|45:

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Martijn

Mañana ya era la inaguración del albergue y estaba con Alana comprando ropa para mañana no sé cómo acepte en acompañarla, llevamos casi una hora en la tienda y mira mira los vestidos pero no se decide.

—¿Qué te parece este?—levantó uno guindo.

—Esta bonito, lleva ese.—hablé casi desesperado, río y lo dejo el el colgador. Vestido número 40 que deja en el colgador y no se prueba.

—¿En qué momento fue que acepte venir?—la mire desesperado.

—Los hombres tardan más.—ladeo su cabeza mirando con cara de "¿Sí o no?".

—Bien,yo voy a escogerte algo y eso vas a usarlo.—empecé a caminar por la tienda y en un maniquí había un conjunto de dos piezas,una falda y tipo un crop top.

—Estas loco si crees que voy a probarme eso, no es para la ocasión mi amor.—habló.

—Bien seguiré buscando entonces.—fui hasta unos colgadores.

—¡Ya sé! ¿Y si vamos a la tienda de ropa de Lyana? Yo sé que ahí voy a encontrar algo.—exclamó.

—Con tal de salir de aquí.—me encogí de hombros,me tomó de la mano y salimos de la tienda, el centro comercial estaba muuuy lleno así que bajamos por los ascensores hasta el parking.

Llegamos a la tienda de Lyana y entramos,tras que nos vio salió corriendo de la caja.

—¡Alana!—le dio un abrazo y me ignoro completamente,mi prima.

—Hola.—saludé.

—Ah hola Martijn.—sonrío,se la llevó a recorrer toda la tienda.

Me senté en uno de los asientos de cuero y alce una revista mientras ellas escogían algo. Después de unos minutos salió Alana del probador con un vestido rojo súper corto que dejaba ver sus largas piernas.

—¿Qué tal?—preguntó dando la vuelta.

—Ni loca, está demasiado corto y los hombres van a mirarte las piernas. Ni soñando.—negué.

—Sigues enfermo de celoso Martijn.—la llevó nuevamente hacia el vestidor.

—Siguis infirmi di cilisi Mirtijn.—la imite.

—Lo encontramos.—se escuchó un grito de Lyana,al rato volvió a salir con un vestido blanco y estampado de rosas negros.

—Perfecto.—me levanté del sillón y la miré.—me encanta este Al.

—Entonces este,yo sabía que aquí íbamos a encontrar el vestido.—aplaudió emocionada,se entro al probador para cambiarse y al rato salió.

—Oye Al, Martijn me contó que fuiste modelo de una tienda de ropa el Vancouver.—la miró.

—Sí,el año pasado antes de venirme a Seattle.

—¿Todavía te interesa el modelaje?—preguntó guardando el vestido el la bolsa.

—La verdad no mucho,¿por qué?—preguntó.

—La nueva colección de la tienda llega la siguiente semana,tenemos un espacio en la revista de moda más popular en Seattle pero no tenemos una modelo.—se mordió el labio.

—¿Quieres que yo modele?—preguntó sonriendo.

—Sí, me gustaría que seas tú quien salga en la revista.

—Eso es bueno, ¿Por qué no intentas Alana?—la anime.

—Bueno, podríamos salir y coordinamos eso.—se encogió de hombros.

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