Capítulo|33:

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Martijn

Estaba esperando a que terminen de arreglar a Alana, una estilista había venido hasta la casa a maquillarla y peinarla para la ceremonia de graduación de su hermano, miraba como la chica la maquillaba y conversaba con ella a la vez.

—¿Usted qué opina? ¿Recogido o suelto?—pregunto la chica mientras que Alana me hacía señas de que le dijera suelto.

—Recogido, me gusta más cuando lo tiene recogido.—hablé mirándola, ella volcó los ojos y suspiro.

—Bueno además de eso tiene un bonito cuello para lucir.—dijo animándola, un bonito cuello para lucir y yo para besar.

Siguieron haciéndolo lo suyo, saque mi ordenador y me puse a revisar los correos de la empresa.

Después de unos minutos terminaron con Alana y la misma chica fue a arreglar a sus hermanas.

—¿Qué tal? No se ve tan mal después de todo.—dijo mirándose en el espejo, me levanté y fui abrazarla por detrás, se dio la vuelta y quedo apegada al tocador, me abrazo por el cuello y me empezó a besar desesperadamente, la levanté dejándola sentada en el tocador y como tal empuje su coleta baja dejando su cuello a mi disposición para besarla justo ahí.

—Estoy empezando a sudar.—habló entre suspiros.

—Yo a calentarme.—hablé mientras besaba su cuello, metí mi mano debajo de su camiseta y acaricie su espalda, estaba sin sostén y eso me daba la comodidad de sentir su piel.

—Para, para.—exclamó.

Tocaron la puerta y nos separamos rápidamente, se bajó del tocador y fue abrir me senté en el borde de la cama y la figura de Luke apareció en el umbral.

—¿Ya están listos?—nos miró a ambos.

—Solo falta que nos vistamos y bajamos.—me miró Alana relamiéndose los labios, apreté los míos para no reír porque me había mandado una indirecta con su comentario.

—Se apresuran.—salió de la habitación, Alana cerró la puerta y se apoyó en ella, me miró fijamente, sus ojos estaban ardiendo y me decían que mis besos la habían encendido.

—Vístete.—me señaló y se entró al baño, me quite la ropa quedando solo en boxers y me puse mi esmoquin, al rato salió del baño ya vestida y lo que traía puesto estaba para morirse.

—Mi amor.—la miré de pies a cabeza.

—¿Te gusta?—sonrío para después dar una vuelta en su lugar.

—Demasiado.—me acerque a besarla.—¿No te hará frío?

—Llevó un saco, no te preocupes.—sonrío, realmente se veía preciosa.

Una vez listos bajamos al salón donde estaban todos esperándonos, el abuelo de Alana le dio unas llaves y me miro.

—Nos vemos allá, se van directo ¿okay?—me guiño el ojo su abuelo y luego mire a Alana ella se rió.

—Vamos, nos iremos en otro auto.—salimos por una puerta de cristal y caminamos hasta una caseta que al parecer era un garaje, abrió el portón y una fila de autos estaba dentro, desbloqueo la alarma y un bmw x6 fue el que sonó, me quede impresionado.

—Así que no soy el único.—dije mirando todo.

—Me da pena todo esto.—subió al auto y luego subí yo, lo encendió y salimos del garaje, encendimos el estéreo y empezó a sonar HUMBLE de Kendrick Lamar, no escuchó este tipo de músicas pero me sorprendió escuchar a Alana cantarla.

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