Change me:: mg

Capítulo|25:

Martijn

Cerré la puerta de mi oficina y salí del edificio directo al garaje,tengo que ducharme y luego pasar por Alana para ir al cumpleaños de mi madre. Hoy en la mañana llegamos de Portland y le di la tarde libre  para que descansará, anoche fuimos a cenar a un restaurante con algunos ejecutivos de la empresa antes de que él vuelo a Seattle salga.

Subí a mi lamborghini y salí de la empresa en marcha a casa, prendí él estéreo y estaba sonando All that matters de Justin Bieber,sonreí inconscientemente porque apenas escuché su voz y recordé a Alana.

Llegue a casa y deje él auto en e garaje, entre a la sala y estaba la señora de limpieza acomodando los sillones,la salude y subí a mi habitación para darme una ducha y vestirme,eran las ocho y la cena empezaría a las nueve tenía una sola hora para hacer todo.

—Marty,aquí estoy dejando tu saco y pantalón bien planchado,que la pases bien hoy.—escuché la voz de la señora Guilly.

—Gracias.—grité desde la ducha.

Una vez que salí de la ducha llame a Alana para saber si ya estaba listo.

—¿Martijn?—respondió.

"Al,en quince minutos estoy yendo a tu departamento,¿estás lista?" pregunte.

—Sí,solo falta que me ponga él vestido y tacones.—suspiro.

"Okay,te veo en quince minutos,no te vayas tan hermosa,tengo primos jóvenes y solteros" hablé.

—Y a mi me gusta alguien más, apurate.—río.

"Te veo en quince linda." escuché un adiós de su parte y colgué.

Me terminé de arreglar y me eche perfume,guarde él regalo de mamá y salí nuevamente de la casa en marcha al departamento de Alana.

—Buenas noches,voy a subir al piso de Alana Hale.—le dije al guardia.

—Pase señor Garritsen.—sonrío amable,subí al ascensor y me llevó directo a su puerta,estás se abrieron y en la sala estaba Louis y Lila.

—Hola.—salude.

—Hola hermano.—saludó de vuelta Louis.

—Alana ya viene y nosotros ya nos vamos,nos vemos allá.—Lila se despidió y salio con Louis.

Me senté en él sofá a esperar y me dispuse a ver las fotos de la pared,siempre que vengo las miro y no hay como no deje de mirarlas si todas son hermosas.

—Mierda.—escuché su voz, me gire y la vi con su mano en él pecho,traía un vestido corto ceñido al cuerpo color negro y con manga largas,unos tacones negros altos y elegantes,su cabello lo traía lacio y su maquillaje la hacia lucir distinta, más...¿sexy? Supongo—me asustaste.

—Lo siento.—me levanté y me acerque a ella sin dejar de mirarla.

—Hueles delicioso.—soltó.

—Y tú te ves preciosa.—la sostuve por la cintura y la bese,sus brazos se fueron a mi cuello y la apreté más a mi mientras me besaba desesperada,abrí mi boca riendo y nos separamos.

—¿Qué pasa?—me miró.

—Casi me tragas, ¿me extrañaste?—acaricié su mejilla y ella cerró sus ojos debido al tacto.

—Sí.

—Ya estoy aquí.—le di un beso casto.

—Debemos irnos.—alzó una bolsa de regalo y frunci él ceño.