Capítulo|46:

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Antes de que empiecen a leer quiero decirles que es un capítulo especial y es por eso que es largo🤓❣️

Alana

Me coloque el vestido y luego los tacones, la inaguración es a las doce del medio día ya que los invitados tendrán un almuerzo especial organizado por la alcaldía y la defensoría de la niñez, también habrán reconocimientos y donaciones de parte de la gente que asista.

—Mi amor,¿estás lista?—preguntó tocando la puerta de mi habitación.

—Sí.

—No me alcanza las palabras para decirte lo hermosa que estás.—dijo mirándome de pies a cabeza solo como él sabe hacerlo.

—Entonces dímelo a besos.—me encogí de hombros.

—Es lo que voy hacer.

Me sostuvo por la cintura y junto nuestros labios,daba leves topes en mis labios que hacían que mi cuerpo tuviera ráfagas de corriente eléctrica, estaba dejándome llevar por su apasionado beso que juro que podría seguir así, apreté sus mejillas e incorporé mi lengua junto a la de él, maldición siento un cosquilleo en mis piernas que me hace querer más que un beso.

—Me estoy quedando sin aire.—se separó.

—Virgen María.—exlcamé regularizando mí respiración, el río al ver mi estado probablemente de apasionado a excitado.

—Creo que querías subir de fase.—levantó ambas cejas,lo miré fijamente y luego mire mis labios en el espejo,rojos e hinchados de tanto chupeteo.

—¿Nos vamos antes de que rompa mí promesa en esa cama?—pregunté en un suspiro.

—Vamos.—dijo entre carcajadas.

—Nos vemos allá chicos.—hablé,mis hermanos se despidieron al igual que Lila.

Subimos al lamborghini de Martijn y prendió el estéreo,conecte mí auxiliar para escuchar música y le di reproducción aleatoria a mí música, "Die in in your arms" de Justin Drew Bieber.

—Quiero escucharte cantar.—dijo Martijn, empezó la canción y le seguí el compás, a cada rato me miraba con dulzura y disfrutando de lo que cantaba.

—Me gusta esa parte donde dice: "I can't help it, I'm just selfish there's no way that I could share you".—me guiño el ojo.

—Por su puesto que te gusta,que extraño sería que no.—rodé los ojos.

—¿Pero sabes que me gusta más?—preguntó levantando ambas cejas.

—¿Yo?

—Sí.

—Que romántico señor Garritsen.—tomé su mano y la entrelace con la mía.

Llegamos al albergue y habían muchos autos parqueados afuera,había bastante gente entrando,Martijn se acomodó cerca de la entrada y se bajó para abrir la puerta, entramos tomados de la mano ya que sentía que iba a caerme del nerviosismo, había gente sentada en las mesas conversando,los niños estaban correteando por todo el lugar.

—¡Llegó la tía Ali!—Miriam habló,todos los niños empezaron a correr a mí dirección, solté la mano de Martijn y me agache a sus alturas un pequeño de siete años llamado Max fui el primero en abrazarme, como había mencionado antes había conocido a varios niños,lo único que pude hacer fue abrir los brazos para que todos entren en el abrazo.

—Hola.—sonreí emocionada, besé las mejillas que pude y caminé hacia la mesa donde estaban mis suegros.

—Hay muchos juguetes allá.—una pequeña señaló una mesa con los juguetes donados.

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