Capítulo|78

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Alana

Llegué al edificio de la empresa y subí hasta la oficina de Martijn saludando a las chicas.

—Dios santo,que gusto verte Alana.—Claudia me abrazo.

—¡Muchas felicidades por él compromiso!—Andrea habló sonriente.

—Gracias..—sonreí de vuelta.

Caminé hacia su oficina y escuché discusiones desde adentro.

—A ver Ian, si vas hacer negocios grandes debes tener cuidado, c u i d a d o, ahora trata de solucionar eso.—la voz de Martijn se escuchó.

Abrí la puerta y ambos me miraron.

—Hola...¿interrumpo?—pregunté.

—No,Ian ya se va.—dijo Martijn.

Ian se levantó de la silla y me miró fijamente.

—Hola Alana.—sonrío,besé su mejilla en modo de saludo.

—Hola Ian.—sonreí nerviosa,hace mucho no lo veía y la última vez...bueno fue en una mala situación.

—Felicedades por él compromiso.—exclamó bajando su mirada a mi mano izquierda.—En caso de que te arrepientas,ya sabes donde encontrarme..—susurró guiñandome él ojo y se fue dejándome sin palabras.

—¿Todo bien?—Martijn me miró desde su escritorio.

—Sí..—asentí,camine hacia él y fui a darle un beso.

—Llegaste más temprano.—habló mirándome.

—Bueno,quería ayudar para que no te retrasarás.—me senté donde Ian estaba anteriormente y le quité los papeles para mirarlos.

—No sé si Ian es idiota o que pero realmente ya no lo quiero en está empresa,hablaré con papá para que lo deriven o lo despidan.—poso sus dedos en él puente de su nariz.

Bueno,por lo que vi en la hoja Ian mandó mal unas cajas que estaban exportando,según los documentos decían que cada caja llevaba ciertas unidades de enlatados pero no habían esas cantidades.

—Que devuelvan él producto y que hagan revisión,si cometió un error debe arreglarlo y hacerse cargo. No es posible que mande mal la información.—dejé los papeles en su escritorio.

—Me estaban diciendo los empleados de almacén que fueron a decirle que entraban de a 12 latas en la caja y él en las hojas puso que eran 24 básicamente se mando la mitad,él debía supervisar eso.—se volvió a quejar.

—Bueno,lo que importa es que se hará responsable y solucionará eso.—me apoyé en él escritorio.

—Ya podemos irnos.—se levantó de su silla.

Salimos al pasillo y luego nos fuimos hasta él ascensor.

—Adiós señoritas,nos vemos.—me despedí.

—Que les vaya bien.—Andrea sacudió su mano.

~*~

Estábamos sentandos esperando a la chica que organizaría y nos daría los datos de las decoraciones,sillas,manteles etc.

—Martijn...—chillé empujando su mano,me estaba molestando poniendo su dedo en mi oreja.

La puerta de la oficina se abrió y entró una castaña casi de mi tamaño y demasiado no sé si operada de adelante pero bastante bustosa traía una libreta en su mano y camino hacia nosotros haciendo resonar sus tacones.

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