La Cruda Realidad. VI

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Capítulo 6: Un villano de buenas acciones.

"Hay ocasiones en las que el mundo debe ser salvado por un villano".

Ubicación: Albuquerque, Nuevo México, EE. UU.
Fecha: 11/05/2020 - Horas del atardecer.
Jackson Blake.

El vuelo desde Chicago a la ciudad de Albuquerque duró poco más de dos horas. Aprendimos que Taylor tiene cierta debilidad para los viajes en avión, ya ha vomitado tres veces desde que descendimos. La primera en el momento en que el avión tocó tierra y se abrieron las puertas, él se lanzó por las arcadas que venía soportando, allí en la pista de aterrizaje esparció la cena. La segunda poco después de salir del aeropuerto, en una jardinera y ahora en un cesto de basura, por lo menos va mejorando.

Todos estamos vestidos como civiles, como lo haría cualquier persona, que viaja, lo único diferente es que bajamos de un avión de la corporación Wasol.

—¿Una corporación mundial no debería tener mejores transportes? O al menos uno más rápido —critica Athena.

—Los tienen, pero no se los dan al primero que llega, hay que ganárselos —comenta Charlotte.

Desde nuestra conversación de hace unos días la noto un poco más decidida.

—¿Qué hacemos ahora? —pregunta Ruby observando el paisaje.

La ciudad de Albuquerque, el ambiente está un poco más cálido que el de Chicago, las calles son tranquilas y los edificios bajos y poco llamativos, curiosamente los postes de luz están pintados por un particular celeste. Ya está anocheciendo, será mejor movernos rápido.

—Tenemos que esperar a que el señor seriedad expulse el último de sus órganos —dice Athena refiriéndose a Taylor.

—¿Te encuentras mejor? —le pregunta Ruby tomándolo por sus hombros al ver que comenzaba a levantar el rostro.

—Como nuevo —responde él. Es extraño verle en ése estado. Taylor usualmente es serio, callado e inexpresivo, un muro en toda su expresión, pero mareado se ve más bien pálido y frágil.

—¿Estás seguro? No te ves muy bien —Me acerco a él.

—No te preocupes —responde.

—Hay dos cosas muy importantes para saber hoy. La primera es que el vómito y el llanto son muy parecidos, ambos sacan lo que tenemos dentro, pero mientras que uno causa asco en la gente el otro da lástima —comenta Meseret jugando con una bola de fuego en sus manos.

—¿Y la segunda?

—El vómito es inesperado, llega sin previo aviso, así como nuestra nueva compañía que llegó sin necesidad de buscarla.

Volteo y veo un grupo de personas, ocho hombres para ser preciso.

—¿Y ustedes son? —interroga Athena.

Comienzo a estirar mis músculos y prepararme para lo peor.

—El dueño de la casa es quien hace esa pregunta —responde uno de ellos —. ¿Vienen a visitarme o a escarnecerme en mi propia morada?

—Eso depende, ¿qué hombre, jefe de casa le apunta con armas a tus visitantes? —espeta Charlotte antes de que yo pueda responder.

Tres de ellos nos apuntan con pistolas pequeñas.

Al oír las palabras de ella y ver como daba un paso al frente, ellos hacen una señal y los que están armados abren fuego. Charlotte lleva sus manos al frente y una ráfaga helada aparece, congelando las balas que casi le impactan y las pistolas aún en las manos de sus dueños.

La Doctrina de los dioses: Los Herederos del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora