Umbral De Entrada. V

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Capítulo 5: A los ojos de la devoción.

"Es posible cambiar al mundo en dos años. En el primero cámbiate a ti mismo, en el segundo la gente reconocerá tu progreso y querrán hacerlo ellos también, si eso no pasa es porque desperdiciaste el primer año".

Ubicación: Chicago, Illinois, EE. UU.
Fecha: 15/03/2020 - Horas de la mañana.
Samuel Wilde.

Gracias padre, por otra mañana en la que puedo despertar en tu bendición.

Otra mañana que me toca despertar en la rutina de ver a la creación de mi Dios sufrir.

Como siempre, lo primero que hago al día es postrarme y tener un momento de intimidad con El Señor, elevo mis súplicas y peticiones de un mundo mejor. Padre, sé que me oyes y sé que estás haciendo tu obra.

Hace quince años ya que renuncié a mi cargo como pastor y decidí iniciar mi nueva etapa aún más cerca de los problemas de la gente. Me hice un nombre en la sociedad de iglesias cristianas como "El pastor que desertó" y entre la política como un hombre de influencia. A pesar de todo, sé que Dios seguía respaldándome. Cuidando mi andar como poderoso gigante. Eso me dio fuerzas para seguir firme en la brecha. La iglesia y sus líderes lo sabían, así que luego de mi deserción, y de muchos sermones, me brindaron su apoyo en mi nuevo objetivo.

Su apoyo vino de una forma que no anticipé, los embajadores de la iglesia en varios gobiernos del mundo me dieron parte de su influencia y me volví, por la santa voluntad de mi Señor, "El mensajero de Dios en la oscuridad". Eso era vanidad, mi trabajo sólo consistía en recibir cartas de peticiones, organizar cruzadas y campañas en diferentes países y ese tipo de cosas.

Domingo, día de ir a la casa de mi señor. Día de asistir a la congregación dominical.

Entro por la puerta principal. Es una iglesia con capacidad para más de treinta mil personas. "Y pensar que hace unos años yo fui el líder espiritual de todas esas almas". La iglesia ya no es lo que fue, el cuerpo de Cristo se ha descuidado. Cada semana hay más descarriados. Más gente que se va al mundo y se aparta de la bendición de Dios.

"Padre, aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento".

Todo a causa de la ciencia. Todo a causa del gobierno. Todo a causa del enemigo.

El ambiente es ocupado por el sonido de los músicos y la melodiosa voz de los adoradores. La adoración, esto reconforta cualquier alma cansada y cargada. Me levanto del asiento y alzo mis manos. Comienzo a cantar en agradecimiento a mi Dios. Poco a poco el ritmo se hace más rápido y cambian de canción. Una alegre y vibrante. La alabanza, para alegrar el espíritu y exaltar la grandeza del gran Dios. La iglesia bate las palmas al unísono y acompañan la música con gritos de júbilo.

Luego viene el tiempo de las ofrendas, pactar con Dios para recibir su favor.

Por último, el mensaje de la semana. "Confía en Jehová tu Dios, y él peleará tus batallas" se titula. Palabras de edificación para un pueblo en decadencia. Bendito seas padre.

"Señor, trae tus hijos de vuelta al redil".

Al terminar el servicio, salgo por donde entré. Algunos rostros de quienes fueron mis discípulos me miran con decepción. Miradas de resentimiento. Pocos son los que me dan la mano y me saludan como hermanos. ¿Quién lo diría? Los líderes me aceptaron nuevamente, me dieron su aprobación en mi nueva encomienda, sin embargo, las ovejas no llegaron a perdonarme. Muchas de ellas rezagadas por mi descenso ministerial.

La Doctrina de los dioses: Los Herederos del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora