La Doctrina de los dioses: Los Herederos del Caos

La Cruda Realidad. VII

Capítulo 7: Atracciones peligrosas.

"Una mente retorcida puede ver cosas que mentes brillantes nunca se imaginarían conocer".

Ubicación: Base de operaciones de Wasol Corp, Rantoul, Illinois, EE. UU.
Fecha: 14/05/2020 - Horas del día.
Rubiette Evans.

—Me complace anunciarles que ya sus nombres están grabados sobre placas de metal en los dormitorios y legalmente trabajan para Wasol Corp —dice el señor Alessandro.

Su traje está impecable, sin pelusas, ni suciedad y de un negro puro. Sus palabras me llenan de alegría, nuestro trabajo ha rendido sus frutos, mis compañeros también están felices por la noticia.

En la sala de entrenamiento estamos Los Herederos del Caos, el señor Alessandro y el General. De momentos entra Jayden, el hermano de Taylor. Tiene lentes oscuros y una camisa blanco ostra de mallas que le queda ajustada y remarca sus músculos. ¡También está cubierto de tatuajes! Ya me cae bien. Y es un chico lindo, de un aspecto rudo y malote. Pero... ¿Qué significado tendrán sus tatuajes?

Athena se lo queda viendo y él a ella, ¿será que se gustan? ¡Debo averiguarlo!

—¿Qué tal te parece? —le pregunto en voz baja –. Es todo un papi.

—Te equivocas. Él es El Papi —contesta ella.

¡Sí le gusta!

—¿Por qué no le hablas?

—Porque también es un engreído y odioso al igual que yo, sé que me mira, pero no voy a caer rendida a sus pies.

—¡Su primera misión fue un completo desastre! —dice Jayden en voz alta llamando la atención de todos.

—¿Tienes alguna razón para decirlo? —defiende Jackson.

Jackson Blake... Eres un completo dios griego, tu cuerpo y tu talento me cautivan.

—¿Cómo se les ocurre matar a un criminal en pleno público?

—Hasta donde sé tú también lo haces —aporta Athena.

Uau, una discusión entre ellos dos será interesante. Jayden se acerca a Athena y permanece mirándola un rato sin responderle.

—Sí, pero yo tengo años trabajando aquí, y mi rango es mucho mayor al de ustedes —contesta finalmente quitándose los lentes.

Estúpido.

—Jayden, calma, no tienes porqué ser tan duro con ellos —dice Alessandro.

—Di Rosseti, tengo entendido que no les has hecho los exámenes de sus poderes, ¿qué estás esperando para hacerlo?

—No hay prisa para eso.

—¿Vas a esperar a que el loco africano vuelva a salirse de control?

—Mi último examen psicológico dijo que sí estoy loco, quien me lo hizo se ahorcó tiempo después, será hermoso ver qué pasa contigo al creer que me ofende tu comentario.

—¿Cómo dices? —dijo con sarcasmo Jayden —. ¿Estás amenazándome? Hazlo entonces, dime que me quemarás y no necesitaré razones para hacer que te lamentes.

—Yo no me lamentaría de quemarte vivo, tus gritos reconfortarían mi mente.

Jayden sonrió.

—Tu sonrisa esconde mucha oscuridad —comentó de repente Meseret.

—Mi sonrisa esconde a la muerte, y te aconsejo que no vuelvas a amenazarme, soy yo quien podría salvar tu miserable existencia en una misión o dejarte morir a propósito —Se alejó de Meseret —. Di Rosseti, usted sabe que ya es tiempo del examen, no me haga tener que repetirselo de nuevo.