La Herida Del Cielo. XXXIII

43 4 209
                                    

Capítulo Final: El deseo de una corona.

"Es mejor reinar en el infierno que servir en el cielo".

Ubicación: Chicago, Illinois, EE. UU.
Fecha: 31/12/2020 – Horas nocturnas.
CAOS.

Vamos hijos míos, no tengan miedo de nada porque yo les he bendecido y estaré con ustedes en los momentos más difíciles. Yo les permitiré tomar venganza y traer justicia a este mundo, porque no dejaré que ningún demonio, ni muchos un ángel se apodere de lo que es suyo.

Yo soy su padre, y sus enemigos aprenderán que durante mi guardia, no tienen oportunidad. Tal vez me hayan confinado dentro de este cilindro de cristal por miedo a lo que puedo hacer, pero yo sigo estando con ustedes.

Jackson, Victoria, Taylor. Ustedes no están solos.

Uno de los demonios del trono pudo arrancarle la pierna a Jackson Blake. Se lo tiene bien merecido por confiado y orgulloso. Los gritos de agonía del rubio suenan claramente en mi mente, e incluso siento su dolor cuando compartimos el campo sensorial.

Grita horriblemente, denotando el dolor.

"Ya deja el drama", le digo.

El demonio se confía, siento cómo Jackson sonríe satisfecho. Y en medio de su actuación, ambos podemos ver al demonio del trono vanagloriarse a sí mismo y dar la vuelta para buscar otro adversario.

"Hazlo, Blake. Hazlo que estoy contigo".

Jackson mira sus manos manchadas de ese líquido carmesí y de ellas saborea su propia sangre.

"Hora de comenzar", se dice a sí mismo. Activa su Marca de Aquiles. El dolor en su parte baja se hace intenso, tanto que lo obliga a golpear el suelo para soportarlo y aun así lo siente de tal manera que grita por la sensación. Poco a poco su pierna se regenera por completo, y la anterior se vuelve energía residual.

Es la primera vez que regenera una parte de su cuerpo tan grande, y eso le ha tomado bastante.

Se pone de pie acostumbrándose a la sensación, siente un inmenso dolor en la pierna izquierda.

El demonio se ha alejado. Jackson corre y antes de que el demonio logre tomar su hacha, se la arrebata y la empuña, oscilándola y clavándosela en la espalda. Atraviesa su armadura haciéndolo sangrar. Él voltea enfurecido tratando de quitársela, pero sus grandes músculos y armadura no le permiten llegar a su espalda. El rubio se lanza hacia Gae Bolg, el arma del difunto Connor y al tomarla, va hacia él y se la arroja cual jabalina. La lanza le atraviesa el muslo derecho y el demonio cae hincando esa rodilla.

—Contigo voy a divertirme bastante, créeme —le susurra Jackson al oído.

Minutos después, los otros demonios del trono pelean contra los civiles mientras Jackson va corriendo por el campo de batalla con seis largas cadenas arrastrándose detrás. Cada una trae en su punta un objeto ensartado. Las dos piernas del demonio del trono, sus dos brazos, su cuerpo y cabeza

Los milicianos le observan y reconocen al instante la dorada armadura de las partes que son arrastradas por sus cadenas y apartando lo sanguinario que es ese acto, ese mismo hecho les sube la moral grandemente. Pelean con más determinación al saber que los demonios del trono pueden ser duros, más no invencibles.

Uno a uno, unen sus fuerzas para hacerles frente sin presentarles tregua.

Victoria Herrera, quien heredó la Marca de la diosa Némesis mantiene ocupado al príncipe infernal. Ella se esfuerza para hacerlo, mientras que él se muestra recio a dejarse vencer. Lucifer combate con ganas, demostrando su innegable poder, pero ella no le deja mucho terreno atacándolo de lejos con su látigo y de cerca con sus trazos de agonía.

La Doctrina de los dioses: Los Herederos del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora