Capítulo 11: Garras, colmillos, cuernos y veneno.
"Es más fácil matar a una bestia que tratar de quitarle sus instintos, y no sólo porque puede resistirse, sino porque son sus instintos lo que la convierten en una verdadera bestia".
Ubicación: Base de operaciones de Wasol Corp, Rantoul, Illinois, EE. UU
Fecha: 23/11/2020 – Horas de la mañana.
Rubiette Evans.Corro en forma de gato, atravesando los obstáculos de la pista que prepararon especialmente para mí, salto un par de vallas y me adentro en pequeños agujeros mientras sigo el recorrido. Veo una pequeña señal con el dibujo de un ave, e instintivamente salto y me transformo en un pequeño pero agraciado animal volador. Aleteo rápidamente para mantener el vuelo, el recorrido en esta forma consiste en pasar a través de una gran cantidad de anillas, las cuales me llevan desde volar muy alto, a hacerlo a pocos centímetros del suelo, y hasta planear con mis alas de forma vertical. El siguiente tramo es en forma de leona, y va primero por una pista de obstáculos, luego una carrera en línea recta que se convierte en una persecución a un pequeño robot que huye de mí, para finalizar con un enfrentamiento contra varios robots con formas de leones y tigres.
Termino exhausta, nada más volver a mi forma humana y tirarme sobre el áspero suelo de concreto cansada.
—Lo hiciste en tiempo récord —me avisa el general Thompson dándome ánimos.
—Déjame descansar un momento —imploro entre jadeos.
—Eres libre de hacerlo.
Rato más tarde, me encuentro en mi habitación, en el edificio de dormitorios, pensando en métodos para hacerme más fuerte.
Los demás pueden entrenar para aumentar el poder de sus habilidades y mejorar en su control, yo no tengo muchas opciones de ese tipo... no puedo hacerme una súper leona o un gato volador, ¿o tal vez sí pueda?
Lo más probable es que no, pero tiene que haber una forma de ser más fuerte, necesito serlo para poder pelear contra esos demonios y ser de ayuda.
Y las respuestas llegan a mí como pretendientes cuando salgo de fiesta.
Ese día, el día en que escanearon nuestras Marcas y nos hablaron de nuestros poderes, el científico loco me dijo que mis poderes no son exactamente cambiar a leona o gato, sino tomar la forma de las bestias que tengo plasmadas en el cuerpo.
Ya dominé la forma del ave, y ha sido de utilidad, ahora puedo volar aunque Meseret me sigue ganando en nuestras pequeñas competencias, pero si quiero ser más fuerte, debo dejar de lado mi estricto régimen simbólico de tatuajes, y hacerme otro para ver qué tal.
Pongo seguro a la puerta y a desnudarse se ha dicho.
El primer animal que se me viene a la mente, o mejor dicho, la primera bestia, es esa misma que todas las niñas soñamos con tener, montarnos en ella y que nos lleve a dar paseos puesto que queremos ser princesas y todas las princesas tienen una. ¿Qué más podría ser? Una quimera.
Tomo lápiz y papel y realizo un boceto preliminar del dibujo para tener una idea. Cuando lo termino ya que se ve fantástico, busco un marcador negro y me pongo artística al momento de dibujarlo en mi piel.
Justo arriba de mi rodilla izquierda, hay un lugar libre de tatuajes y decido hacerlo ahí. Paso un buen rato dibujando la forma de la quimera y luego hago los detalles.
–¡Listo! —alardeo con alegría, y luego dejo ir un grito de diva.
Me pongo en posición, y al igual que hice con el ave, me imagino tomando la forma de la quimera. Tres cabezas es lo principal: una de león al centro, una de cabra a la izquierda y una de serpiente a la derecha, un cuerpo fornido, y un porte salvaje y fiero. Como soy esplendida, dibujo una serpiente que creo que se ve como si fuera venenosa, y una cabra que no se ve malhumorada.
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La Doctrina de los dioses: Los Herederos del Caos
Ciencia FicciónLa doctrina de los dioses inicia en un mundo que sufre y está en decadencia. Puedes verlo cuando los frutos de los árboles pierden su sabor, cuando la sonrisa de los niños es reemplazada por el miedo de sus padres y las ganas de vivir se extinguen...