En el mar de los soles muertos se puede vislumbrar,
un pequeño barco de velas color odio,
hecho de madera de los árboles de la soledad,
que se mantiene a flote por la resina de la amargura.
El barco navega hacia la isla del silencio, pasando por las costas del engaño,
dejando una estela de muerte y pérdida,
que es borrada por las cubetas llenas de llanto echadas al mar.
La embarcación no es grande, pero tampoco pequeña,
es del tamaño justo para llevar a sus tripulantes,
la ignorancia sujeta el timón con fiereza,
la miseria grita las ordenes,
el miedo, el dolor y la amargura las siguen,
en lo alto del mástil, el resentimiento aclama que se acerca una tormenta,
de nubarrones grises.
Cuando las gotas del horror caen sobre la cubierta,
manchándola de hipocresía,
es cuando el capitán decide guardar los remos,
Izar las velas y navegar,
rumbo al oscuro y tenebroso destino que le aguarda,
a él y a la tripulación.
La primera ola azota el navío,
y el crujir del armazón es tan grande como el de los dientes de miedo,
amargura, quien saca agua de la cubierta con una cubeta le reprocha,
y dolor queda solo en su labor, pero nadie lo ve cuando se cae por la borda.
Ignorancia se mantiene aferrado al timón,
sin saber bien a donde navegar,
si mantiene el rumbo se hundirán,
y si da la vuelta será un cobarde,
y entre su pensar,
no escucha lo que resentimiento le dice, nadie lo oye,
y los gritos del vigilante se pierden entre las gotas, los truenos y las nubes,
los gritos que anunciaban el acercamiento de un barco enemigo.
En esa aventura, capitán y tripulantes caen al mar,
y se hunden en la oscuridad del olvido,
no llegaron a la isla, no pudieron llegar a su destino,
pero dejan una historia que se contará,
por siglos a los marinos,
en lo más profundo del mar de los soles muertos,
el barco de la tragedia se encuentra perdido.
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La Doctrina de los dioses: Los Herederos del Caos
Ciencia FicciónLa doctrina de los dioses inicia en un mundo que sufre y está en decadencia. Puedes verlo cuando los frutos de los árboles pierden su sabor, cuando la sonrisa de los niños es reemplazada por el miedo de sus padres y las ganas de vivir se extinguen...
