El Mar De Los Soles Muertos. IX

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Capítulo 9: La reunión.

"En la unión no está la fuerza, sino la victoria".

Ubicación: Base de operaciones de Wasol Corp, Rantoul, Illinois, EE. UU.
Fecha: 26/12/2020 – Horas nocturnas.
Jackson Blake.

—Ya yo hice mi parte, ustedes terminen.

Al enunciar eso, arrojo al portaestandartes de los infiernos, o a lo poco que queda de él, envuelto en la misma bandera que con tanto orgullo portó alguna vez, en el salón subterráneo, dejando un charco de sangre debajo.

Todos miran atónitos.

—¿Qué te motivó a hacer algo tan... sangriento? —me pregunta Ruby.

—Venganza.

—¿Lo hiciste tú mismo? —interroga Alessandro.

—¿No me ves las manos? —espeto con tono sarcástico.

—Por Dios, Jackson. Mírate las ojeras, ¿cuánto tiempo tienes sin dormir? —me pregunta alguien.

—Desde que fui a buscar a Taylor a Egipto no he dormido nada en lo absoluto.

Mis ojeras son inmensas, lo sé. Y las manchas de sangre no ayudan para nada a mi imagen.

Sin decir nada más, tomo asiento en las gradas.

—Yo te admiro —me dice Meseret al oído, y después se pone a desenredarme el cabello.

Noto que mis amigos de Venezuela han llegado. Lo que sucede al momento es un emotivo saludo. Ávalon se sienta a mi lado.

—Atención, durante las últimas horas uno de los visitantes, José Alejo, nos ayudó a mí y al general a averiguar qué tanta fue la catástrofe ocasionada en el país inglés. Y por acuerdo del Reino Unido, fue él mismo quien logró borrar los pocos videos que se habían filtrado sobre lo sucedido.

José es sorprendente con su conocimiento de la informática.

—Y gracias a los contactos de Jackson, cuatro héroes se han sumado a nuestras filas, me gustaría que los conocieran.

El primero en pasar es José Alejo, ya que sólo debe dar un paso al frente pues se encuentra junto al presidente. El hombre de ojos ambarinos y lentes se presenta, y seguido de eso activa su Marca divina, desplegando sus alas elevadas de bordes verdes y mostrando sus ojos serpentinos a la vez de que su cabello se torna blanquecino. Da una breve introducción a sus poderes, para darle paso a los gemelos.

John y Johnny, los gemelos angelicales. Metatrón y Sandalfón, ángeles regentes y protectores del cielo y de la tierra al igual que de las décima y primera esferas del árbol de la vida. Se presentan, muestran sus alas y un destello de luz, para después sentarse. Tan callados como siempre.

El último es Álvaro. Ávalon no se molesta en pasar al frente, sino que se decanta por hacer su presentación desde donde está sentado.

—¿En total cuántos somos? —pregunta Athena.

Y es una pregunta interesante. Cada vez somos más.

Seis herederos, seis heraldos, dos agentes, un cazador, dos miembros de La Tormenta Celta y cuatro venezolanos. Veintiuno en total.

Por lista: Charlotte, Taylor, Ruby, Meseret, Athena, Savannah, Sara, Neithan, Vladimir, James, Klaus, Bryan, Jayden, Hansel, Connor, Benjamín, José, John, Johnny, Álvaro y yo.

—Veintidós —me corrige alguien.

Volteo y veo entrar a Abigail junto a Amón. Aparto a Meseret rápidamente y salto hacia donde se encuentra él.

La Doctrina de los dioses: Los Herederos del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora