Capítulo 5: Rompiendo cadenas.
"Es preferible morir y que se cuente una historia, que vivir en el silencio".
Ubicación: Caracas, Venezuela.
Fecha: 07/11/2020 - Horas de la tarde.
Jackson Blake.
—¡Jayden, basta! ¡Esto es un malentendido!Mis palabras van dirigidas al menor de los hermanos West, a quien parecen no importarles y sigue poniéndose un vendaje en los puños, preparándose para un rudo y violento combate.
—Jackson, tú tomaste tus decisiones, ahora me toca a mí enmendar tus errores.
—¡Si lo quieres a él tendrás que hacerlo sobre mi cadáver! —le grita Victoria.
—No tengo problemas —responde secamente sin voltear a verla. Cierra los ojos y energía sale de sus manos —, me ordenaron llevarte de vuelta, pero nadie me especificó si tenía que ser caminando, en una silla de ruedas o en una bolsa para la morgue.
Al terminar de hablar, el suelo de la casa de Camilo, el cual es de concreto sin recubrimiento comienza a agrietarse, y de este salen manos huesudas, y sé que la situación acaba de empeorar. Los sirvientes esqueléticos de Jayden.
Los esqueletos se ponen al frente de los demás, impidiendo que me ayuden en una posible pelea. El heredero de Anubis me mira fijamente. Sus ojos no denotan emoción alguna, no percibo odio, asco o lastima, simplemente parecen vacíos de cualquier cosa, y sabiendo que los ojos son la ventana del alma, eso dice mucho.
De repente el ambiente se vuelve pesado y un aura oscura inunda el lugar. Su presencia es meramente desafiante, y su aura debilita a cualquiera. No había presenciado esto al entrenar con Athena, ni en alguna misión. Este sujeto no es cualquier cosa, es la muerte misma. Termina de vendar una de sus manos y no puedo creer lo tranquilo que esta.
—¿Estás listo para morir? —Su voz suena seca, como si no le importase.
—Tú has visto lo que puedo hacer, dudo mucho que puedas matarme.
—Sí, lo he visto, y hace tiempo que he esperado este momento, pero tú no has visto lo que yo soy capaz de hacer.
Él mira su mano, y luego con un calmado movimiento me da una leve palmada en el pecho, para luego mirarme con cierto desprecio. Un dolor intenso me invade, iniciando en mi pecho y extendiéndose por todo mi cuerpo. Tratando de resistirlo, mis piernas fallan y caigo al piso, retorciéndome por el dolor. No es sólo la piel o los músculos, pareciera que está estrujando o apretando cada uno de mis huesos.
—Y eso es sólo el primero de mis trucos —comenta.
—Escrito está que ningún señor de la tierra de los muertos debe invadir la morada del regente del hogar de las pesadillas —Se escucha una voz omnipresente, y grave cual tambor.
Jayden se sorprende por aquello, y aparta el poder que ejerce sobre mí. Después, mirando hacia la nada contesta:
—Muéstrate, atormentador.
A la sala llega caminando Camilo, su mirada está puesta en Jayden, como si se conocieran desde hace mucho tiempo. La expresión de preocupación en Victoria se hace presente.
—Estás cometiendo un grave error al venir a mi casa, amenazar a los míos y torturar a mi sucesor —espeta Camilo, ahora con su voz normalizada.
—¿Y quién va a impedírmelo? ¿Tú? Sabes bien que no tienes oportunidad.
—Te superamos en número, genio —debate Johnny.
Una especie de niebla recorre el lugar, pasando alrededor de cada uno de nosotros.
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La Doctrina de los dioses: Los Herederos del Caos
Научная фантастикаLa doctrina de los dioses inicia en un mundo que sufre y está en decadencia. Puedes verlo cuando los frutos de los árboles pierden su sabor, cuando la sonrisa de los niños es reemplazada por el miedo de sus padres y las ganas de vivir se extinguen...