La Doctrina de los dioses: Los Herederos del Caos

El Peor De Los Males. XII

Capítulo 12: Tenacidad.

"Nunca rendirse, sin importar qué tan largo sea el camino, sin escatimar qué tan duro el reto. Rendirse no es una opción".

Ubicación: Base de operaciones de Wasol Corp, Rantoul, Illinois, EE. UU
Fecha: 23/11/2020 – Horas de la mañana.
Athena Stone.

—¡Izquierda!

—¡Abajo!

—¡Detrás de ti!

Las ordenes de los soldados ya me están hartando. Ya me cansé de estar bloqueando las balas que disparan.

—¡Derecha!

Hago que las sombras en mi poder se concentren a mi lado derecho para detener el proyectil que se avecina, pero éste nunca llega.

—¡Cabrón, esa no es mi derecha! —le grito a alguien, al sentir que la bala me golpea pero del lado izquierdo.

Soy rápida al quitarme el chaleco antibalas que tengo puesto, y veo la zona del impacto de la bala. Tengo una marca y al tocarla duele bastante.

—No puedes confiar en tus enemigos, siempre tienes que esperar lo peor —me aconseja el general Lloyd con tono tranquilo.

—Maldito...

—No debiste haberte confiado tanto.

—¿Me trataran como si fueran mis enemigos? Entonces los trataré como tal.

Hago un remolino de sombras a mí alrededor, y se hace más amplio hasta derribar a los soldados que me rodean.

—Eso les pasa cuando se meten conmigo —les digo.

—¿Quieres jugar pequeña niña? Defiéndete entonces —me indica el general —. ¡A todos los presentes, dejen de fingir que hacen algo y pongan atención! ¡En la armería hay una sección de armas de prueba, la pequeña Reformada quiere jugar en serio! ¡Muevan sus traseros y tráiganlas! A mi señal abrirán fuego contra ella, con todo, no se preocupen que esas balas no le harán mucho daño.

Todos los soldados van corriendo. Imbéciles. ¿Cómo se atreven a estar tan alegres de lastimar a una mujer? Los haré papilla.

—¡Fuego!

Creo una barrera de sombras a mí alrededor, y veo como las balas se desintegran al querer atravesarla, pero por cada bala que entra, mis sombras se dispersan.

—¿No piensas defenderte? —me cuestiona el general.

Gracias por la información.

Disparo proyectiles sombríos a varios soldados, los cuales caen al suelo al recibir mis ataques, y sigo así. Con una mano mantengo la barrera y con la otra ataco, es un buen plan. Pero todo lo bueno tiene su final. Una bala me golpea, no es muy fuerte, pero igual duele.

"Aprovecha tu entorno" recuerdo que es lo que Jackson siempre me dice, y se me ocurre una idea.

Indignada, hago concentrar aún más mis sombras y éstas se deshacen volviéndose una niebla que llena el lugar.

Empiezo a disparar proyectiles a todos los soldados que veo mientras me muevo, aprovechando que no pueden verme.

—¡Con todo, muchachos! No se contengan sólo porque es mujer, enseñémosle a ser una guerrera.

Me acerco a un soldado, y estoy por dispararle, pero él me mira y me ataca tratando de darme un golpe con su puño. Lo esquivo por suerte, pero con su pierna me tira al suelo, y me apunta con su arma justo en a la cabeza.