El Peor De Los Males. IV

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Capítulo 4: Golpe de estado.

"Monarcas, demócratas, dictadores y republicanos; el mismo dios, pero con diferentes rostros; o mejor dicho, el mismo infierno pero con diferente diablo".

Ubicación: Palacio de Miraflores, Caracas, Venezuela.
Fecha: 06/11/2020 - Horas nocturnas.
Jackson Blake.

Ana Julia Castillo, una mujer aguerrida y obstinada, quien llegó al mando de la nación venezolana cuando ésta se encontraba en un momento de crisis, estableciendo un dominio autoritario gracias a un gobierno dictatorial. Nadie pudo imponerse a ella, pues todos los políticos se habían rendido a sus pies y las fuerzas militares parecían seguir sus pasos. Con ella no se trata de un mal político, de alguien que no sepa hacerlo o que no le permitan desempeñar su cargo, con ella de trata de alguien que quiere hacerlo mal, pues le beneficia.

Durante su gobierno, tomó la sede del gobierno de la nación, el Palacio de Miraflores, y lo convirtió en su vivienda personal, dejando unos pocos salones para que mantuvieran las actividades políticas.

Duras fueron las reformas que impuso, comenzando por la reanimación de la pena de muerte por distintas razones; ordenando el asesinato público de cualquier persona perteneciente a la comunidad LGTB, en pocas palabras ordenó matar a cualquiera que fuese homosexual, transgénero o cualquiera por el estilo. Además de eso, catalogó al proyecto CAOS como un ente dañino que podría atentar a su gobierno y a la disfrazada tranquilidad de los habitantes, por lo que cualquier Reformado que no sirviera en la milicia del país sería condenado a morir.

Ese es el monstruo que es Ana Julia Castillo, y heme aquí junto a un reducido grupo de cuatro personas, a las afueras de su majestuoso Palacio, escondidos entre arbustos y ocultándonos en la oscuridad de la noche, en una misión suicida intentando derrocarla.

—¿Y bien? —pregunta Victoria —. Sólo veo cuatro guardias cuidando la entrada, el interior debe estar minado.

—No lo creo, ella no se espera un ataque, subestima al país entero —responde José Alejo sacando un teléfono de su bolsillo.

—El plan me parece algo brillante y todo, pero somos muy pocos para hacer que funcione —acota uno de los gemelos, Johnny, el más impulsivo.

—Eso es lo de menos, ya verás que en menos de lo que esperas esto habrá terminado.

—Y eso es lo que debería preocuparnos, que acabe antes de lo planeado —Las palabras de John resuenan y se oyen tan graves como siempre. La voz de la razón ha hablado.

—Ahora es el momento preciso, en marcha, ¡ya! —anuncia José con euforia mirando la pantalla de su teléfono celular. Él es quien tiene las cámaras a su disposición, y si dice que ahora, pues no hay tiempo que perder.

Todos salimos corriendo y antes de que los guardias se percaten de nuestra llegada ya estamos sobre ellos. Los gemelos baten sus angelicales alas y se alzan en vuelo, dirigiéndose al patio central del lugar, su misión es asegurar el Palacio desde adentro, y flanquear al ejército enemigo. Los tres restantes nos lanzamos al ataque. José al ser el más veloz de todos es el primero en lograr su embestida y derribar a un guardia. Victoria se adelanta, y otro de los guardias le apunta con su arma, antes de que hale el gatillo, me pongo delante de la mujer, la cubro con mi cuerpo y recibo el impacto en el pecho. Ella se sorprende por mi acción, pero sé que iniciar una conversación ahí mismo será peor por lo que rápidamente, mientras la bala es expulsada de mi cuerpo a causa de la regeneración, golpeo a uno de los soldados, dejándolo fuera de combate, y Victoria, habiendo vuelto en sí, dispara una extraña concentración de energía hacia los restantes, tirándolos al piso con un gran dolor.

La Doctrina de los dioses: Los Herederos del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora