La Doctrina de los dioses: Los Herederos del Caos

El Mar De Los Soles Muertos. VI

Capítulo 6: Lavando las heridas.

"Bajará de su montura y quebrará la espada que ha clavado, dejando una maldición sobre el suelo que pisa. Su montura se irá a repartir la miseria, y el quedará solo ya que es portador de la tragedia".

Ubicación: Base de operaciones de Wasol Corp, Rantoul, Illinois, EE. UU
Fecha: 25/12/2020 – Horas nocturnas.
Charlotte Bayne.

Nada más al llegar a Chicago, la mayoría se desmorona en el piso por el cansancio. Acabamos de venir de una guerra, y eso no es cualquier cosa.

Pero como soy una líder, no puedo quedarme aquí en el suelo, debo ir a reportar lo sucedido.

Vladimir y yo entramos a la oficina del presidente de la corporación, seguidos por varios personajes: Hansel, quien ha preferido venir aquí directamente por sus responsabilidades que ir al salón médico; Benjamín, quien sólo nos sigue dado que imagino que tiene cosas que hablar con Alessandro; y un Jayden demacrado, sucio y con toda su ropa rota, a quien no parece importarle ninguno de esos detalles.

Entre todos procedemos a contarle los sucesos, y al hacerlo me entero de ciertos datos que terminan el rompecabezas mental que tengo sobre todo lo ocurrido.

Hansel y Abigail estaban en Roma, visitando el Vaticano, y fue allí donde el exorcista logró cerrar la puerta espiritual que estaba abierta. Al enterarse de lo que pasaba en Inglaterra, ya iban en camino hacia allá sin saber aún que Wasol también lo haría.

Jayden se despertó y vio que estaba en un lugar que no conocía, con un demonio. La historia es lo que ha de esperarse luego de la forma en que lo vi llegar. Enfrentó a Belphegor y lo humilló, dejándolo casi muerto, y al terminar, se dirigió a donde el evento principal se llevaba a cabo, que para su provecho, no era muy lejos dado que reconoció que estaba en suelo inglés.

—Muy bien, ésto es mucha información que procesar —inicia el presidente de la corporación —. Pero vamos a salir primero de los visitantes. Benjamín King, usted y su hermano tendrán alojamiento aquí en la corporación hasta que la situación en su país se mejore y puedan volver allá. No estoy diciendo que se quedarán aquí sin hacer nada, para recalcar. Esa situación también nos afecta a nosotros, y haremos todo lo posible para erradicar esa amenaza.

El hechicero asiente y sale del lugar.

—Hansel, irás a la sala médica y te quedaras allí hasta que traten esa mano tuya.

—Eso haré.

—¿Crees poder hacer sellos con una sola mano? —le pregunta el presidente.

—Por supuesto. Sólo que no será igual de rápido.

—Entonces cuando termines de recibir tratamiento y de descansar un poco, quiero que vayas con los demás a ver a esos demonios que trajeron y averigües todo lo que puedas sobre ellos. Desterrarlos es tu misión, como bien lo sabes, y sin ti estamos perdidos —le encomienda —. Ya he recibido informes de que los conocidos de Jackson han llegado a Chicago, ya deberían venir en camino. Tu misión es enseñarles a esos ángeles tu arte.

—Así será —asevera Hansel, y se marcha.

Es curioso, pero aun tomando en cuenta que al cazador de demonios le falta un brazo, el actual estado de los tres que quedamos en el lugar es simplemente repulsivo. Vladimir tiene el cuerpo todo ensangrentado, un brazo totalmente desgarrado sin contar los cortes de su ropa. Jayden huele horrible, todo sucio, despeinado, y su ropa está hecha trizas por el tiempo que estuvo secuestrado. Yo estoy llena de sangre de demonio seca, lo que me mancha la piel, tengo el cabello lleno de polvo y sangre, además de los moretones y todas las heridas que me hicieron en batalla, a las cuales tuve que aplicarle una capa de hielo para que no se pusieran peor.