Mientras Alisson abría la puerta del auto, Efren miraba desdeñosamente a Bruno, quien se dirigía al parqueadero para ir por su auto. Alisson se acomodó en el asiento y puso su maleta sobre las rodillas.
-¿Pasa algo? -le preguntó a Efren al notarlo distraído.
-Ehh... No, nada -respondió Efren luego de unos segundos de salir de sus pensamientos- ¿Tienes hambre?
-Hoy ha sido un día muy largo ¿qué crees?
-Entonces vamos. Te llevaré a Rain Forest a cenar -dijo colocando sus manos en el volante y acelerando suavemente el auto.
-Efren, no hace falta, yo no...
-¿Por qué no te dejas consentir, Ali?
-Ahh... está bien. Pero no podemos quedarnos mucho tiempo. Sabes que mañana debo levantarme muy temprano.
Bruno se acercaba al parqueadero de la universidad y desde esa distancia escuchaba tras su espalda el potente motor del Lamborghini de Efren alejándose. En ese momento, su celular comienza a sonar avisando nuevas notificaciones, Bruno camina mientras mira su celular y de repente se tropieza con una chica.
-Ouh, Disculpa -le dice agachándose para recoger los papeles y libros que se le cayeron a ella al tropezar con él.
-Mira lo que hiciste tont... -detuvo sus palabras al verse cara a cara con Bruno cuando él se levantó para entregarle lo que se le había caído- ¿Bruno Mars?... ¡Bruno Mars!
-Toma, lo siento mucho. No me fijé que venías -dijo entregándole las cosas.
-Ah, no. No importa, en serio. No hay problema -decía la chica con nervios y emoción recibiendo lentamente las cosas.
Bruno le sonrió educadamente y volvió a continuar con su camino pero la chica no dejaba de hablarle.
-Y... ¿Y tú qué haces aquí... Qué hace un chico como tú aquí en Oswond?
-Es una de las pocas universidades en donde puedo estar sin que se forme un alboroto -respondió rápidamente.
-Sí, sí. Es cierto... es... un placer tenerte aquí ¿Estás estudiando algo?
-Emm... soló cumplo con algunos deberes -dijo dando unos pasos para continuar su camino.
-Me... me llamo Jessica. Te conozco por tu canción Just the way you are, me encanta.
-Oh, gracias. Ese es el propósito: que a todos les guste -se despedía agitando su mano-. Debo irme ahora, adiós Jessica.
-Adiós Bruno, espero volver a encontrarte por aquí -le decía desde lejos.
Bruno apretó el botón de las llaves de su Cadillac Luxury y esté hizo su sonido con un corto destello de sus luces delanteras. Se subió y salió de allí.
Alisson y Efren llegaron a Rain Forest, un restaurante al aire libre decorado con luces que colgaban en los árboles que rodeaban las mesas rústicas cubiertas por un manto color vino tinto.
Ambos llevaban un rato platicando. Recibieron la comida que ordenaron. Comieron, y, al terminar, Efren pidió un vino para que bebieran algunas copas antes de irse.
-Y cuéntame... ¿Quién era ese chico con el que estabas esperándome fuera de Oswond? -preguntó Efren luego de que brindaran.
-¿Recuerdas al chico de Las Vegas de hace un par de meses?
-Ah ¿Era él? -respondió Efren luego de dar un sorbo a su copa- ¿El drogadicto que arrestaron en el baño?
-No lo conoces como para que lo llames así -tomó de su copa.
-Y tú no lo conoces como para darme razones para no llamarlo así -explicó Efren intentando hacer cambiar a Alisson el concepto que tenía de Bruno-. Él mismo se dio a conocer así ¿no es verdad?
-Quizás solo fue...
-Mira, Ali. Dejemos de hablar del drog... ehh... de tu amigo. Quiero decirte algo muy importante desde hace tiempo -le sonrió.
-Me estás preocupando Efren. Suena como si fuera algo muy serio.
-Lo es... -Efren la miró a los ojos.
Alisson lo miró, se sintió insegura y evadió su mirada.
-Ali... Desde que te conocí supe que eras una chica estupenda -le dijo Efren tomando sus manos sobre la mesa-. Y creo que ahora mismo es el momento correcto de decirte que... que te amo.
Alisson lo miró. Hizo una cara de confusión y alejó sus manos de él.
-¿Estás de broma, cierto? -reía sutilmente para creer que no era cierto.
-Te dije que era muy serio.
Alisson comenzó a sentirse avergonzada porque ella no sentía lo mismo por Efren. Pensaba en qué iba a responderle ahora para no ofenderlo.
-Efren, yo no... No lo sabía. Yo no quería confundirte -le dijo un poco inquieta por la incomodidad.
-¿Confundirme?
-Sí... la amistad que te doy es solo eso. Amistad. No sabía esto y quizás malinterpretabas mi cariño y aprecio hacia ti.
-Sé que debe ser algo extraño para ti todo esto. Pero solo quería que lo supieras... no voy a pedirte que seas mi novia ni que me ames porque sé que no sientes lo mismo a pesar de que todo este tiempo me haya esforzado para que así lo fuera. Estás ocupada con tus metas y lo entiendo. Puedo esperar.
Alisson se sintió confundida. No sabía qué decirle ya que apreciaba mucho a Efren porque recordó todas las cosas bonitas que él había hecho para ella. Pero ahora todo tenía sentido, lo hacía por una razón y ella no lo sabía.
-Efren, mira. Estoy un poco cansada. Qué te parece si... nos vamos y hablamos de esto cuando pueda ordenar mejor mis pensamientos. Ahora mismo estoy muy confundida.
-Claro, Ali -le sonrió llamó al camarero para pedir la cuenta, pagó y fue con ella de nuevo al Lamborghini para llevarla de vuelta a casa. Durante el camino hubo silencios incómodos hasta que llegaron a la entrada del gran edificio en donde estaba el apartamento de Alisson. Al detenerse el auto en frente de la entrada, Alisson le sonrió y le agradeció la cena rápidamente para evitar otro momento incómodo con él. Se bajó del auto y entró al edificio para coger el elevador hasta el penúltimo piso, que era en donde estaba su apartamento.
Bruno ahora estaba con su banda, sus amigos. Hablaban de todo un poco mientras ellos tomaban unas cervezas heladas.
-¿En qué diablos piensas chico? -le preguntó Phil a Bruno mientras los otros chicos continuaban su plática.
-¿Sabes? Al parecer sí conocí a alguien la noche en que me arrestaron.
-¿Otra vez con eso chico? Creí que ya lo habías superado.
-Está en Oswond también. La conocí hoy... por segunda vez.
-¿Es una chica? -Phil reía-. Jumm, esa sonrisa me dice que acabarás flechado.
-¡Qué cosas dices amigo! -reía nerviosamente.
-¿Lo ves? Ahí está. Ya lo estás admitiendo -le dijo dándole golpecitos con su codo en el brazo de Bruno.
-¿Sabes qué? Mejor dame otra cerveza y cállate -le dijo quitándose su chaqueta negra.
-Claro que sí, Romeo Mars.

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QUILATES DE MAGIA
ФанфикLa niña Duque conoce al famoso Bruno Mars en su pleno arresto por posesión de drogas. Para Bruno, el oro y la magia tienen 24 quilates... Ahora conocer a Alisson le hará ver a ambos de cuántos quilates es el amor.