QUILATES DE MAGIA

Capítulo 61

-¡Eric, Bruno acaba de irse! -le anunció John al llamarlo al celular.

-¡¿Se fue?! ¿Cómo que se fue? -preguntó exasperado.

-Irá en su auto a buscar a esa chica en una fiesta o algo así.

-¡Pendejos! ¡Está borracho! ¡Se va a matar!

-Él estaba bien, despertó un poco mejor.

-¡No, vayan por él! Si a Bruno le pasa algo será por su culpa.

John colgó la llamada, llamó a los chicos y salieron para alcanzarlo.

Phil logró su objetivo de sacar a Urbana de aquel lugar. Le quitaron las esposas y la dejaron ir.

-De verdad, gracias -le dijo Urbana con una sincera sonrisa.

-No es nada. Al contrario, debería pedirte perdón por haberte echo pasar por esto.

-¿Qué fue lo que realmente pasó? Aún no lo entiendo.

Phil le explicó todo con detalle y ella simplemente no podía creerlo.

En ese momento llega Eric.

-Siento arruinar su momento -dijo-. Phil, debemos irnos ahora.

-¿Ahora?

-Ahora -afirmó.

-Fue un placer -le sonrió a ella-. Sería bueno volvernos a ver.

-Sé que eres fácil de encontrar, no te preocupes -le guiñó el ojo.

Phil se despidió con una sonrisa mientras Eric lo jalaba hacia afuera.
Llegaron al auto, Jamareo conducía.

-¿Por qué van tan rápido? -preguntó Phil.

-Mientras tú te quedabas coqueteando con esa chica, John me llamó para avisarme que Bruno esta a punto de subirse en su auto para buscar a su novia -explicó Eric con enojo y desespero.

-¿Me estás culpando de esto?

-Sí, eres tú quien se quiso quedar para sacar a esa chica.

-¿Ah, sí? ¿Y quién fue el que hizo que la arrestaran? ¡No iba a dejarla pagando tiempo en una cárcel por algo que no había echo! -respondió enojado.

-Lo hice para salvarnos.

-¿A costo de su libertad?

-De todas formas ya están libres. Además... El punto aquí es que hay que buscar a Bruno. Está ebrio y saldrá en su auto a buscar a su novia.

-Al parecer la estupidez es de genética -dijo Phil.

-¿Qué dijiste? -se lanzó a golpearlo y Phil también.

Los chicos comenzaron a separarlos intentando detenerlos. Jamareo frenó el auto en medio de la autopista.

Bruno llegó al estacionamiento y sacó su celular. Veía un poco distorsionado, pero pudo encontrar el número de Vanessa.

-¿Bruno? -contestó ella.

-Vanessa -se esforzó por hablar bien-. Dime en dónde es esa fiesta.

-Bruno, creí que ya habías ido hace mucho rato -dijo confundida.

-Lo haré ahora mismo.

-¿Te pasa algo?

-¿Vas a decirme dónde es o no?

-Calle 589, Avenida Sahara. En el club The Sayers.

-Bien, gracias. Voy para allá.

En ese momento, los chicos que salieron de la habitación para alcanzar a Bruno lograron llegar al estacionamiento del hotel. Vieron el auto de Bruno a punto de salir y rápidamente comenzaron a correr hacia él.
Bruno logró verlos a través del retrovisor y aceleró el auto, dejándolos atrás mientras se unía en la autopista con los otros autos.