Capítulo 85 (FINAL)

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Transcurrieron varios meses.
Vanessa se recuperó rápidamente al igual que Freida. Después de darse cuenta de todo lo que había sucedido, Vanessa no tuvo más opción que sentirse agradecida con Jessica, quien incluso después de eso se hicieron buenas amigas gracias a su mismo nivel de locura mental. Su corte de cabello la hacía ver como una mujer nueva, y de hecho así lo era, incluso su propia marca de ropa estaba teniendo mucho éxito en toda California.

Daniel ya estaba harto de las competencias, después de perder la mitad de su equipo de baile en la explosión, no quiso continuar en ello. Así que prefirió dedicarse al baile como coreógrafo en shows importantes de Las Vegas.

Emily no volvió a verse mucho. Al parecer seguía bailando, pero no en competencias, si no en lugares más desagradables. Daniel intentó ayudarle, pero su odio contra Alisson lo alejaba mucho de él. Ella quería demostrar que podía salir adelante por su cuenta.

Joseph estaba condenado a pagar treinta años de cárcel, pero Harrison, después de enterarse de lo que había ocurrido, pagó por una condena más grande, además de Bruno, quien también se unió a él.

Después de salir de la cárcel, ahora Harrison consideraba mejor con quién realizaba sus negocios de trabajo y con quien contaba para ello. Kenia, su esposa, comenzó a hacer ese papel. La fama de aquella familia se hacía cada vez más grande, pues ahora era inevitable que todos supieran que Alisson estaba casada con el famoso cantante Bruno Mars.
Ahora estaban de regreso a su hogar después de la boda de Daniel y Vanessa. El auto se detuvo frente a la entrada y ambos se bajaron. Estaba comenzando a llover, de hecho, de la entrada a la puerta de la mansión había un largo camino de más de un minuto quizás. Así que empezaron a correr juntos mientras reían e intentaban no chocar con los pies del otro. Luego, al llegar a la puerta, Bruno y Alisson tomaron un poco de aire después del agitado camino evitando la lluvia. Él observaba con atención cómo Alisson intentaba escurrir las gotas de agua que lograron mojar su cabello. Ella llevaba un vestido casi ceñido de color blanco que al parecer ahora estaba arruinado por el la lluvia. Bruno abrió la puerta principal y ambos entraron.

—Maldición —se quejaba Alisson observando su vestido.

—No te preocupes, no lo necesitarás más —le dijo acercándose a ella.

—Bruno, estoy cansada —dijo dejándose caer en el sofá.

—Trataré de no sentirme ofendido —bromeó mientras lanzaba las llaves a una pequeña mesa.

Alisson rió.

—Gracias por acompañarme a la boda de Vanessa. No pensé que cantarías allí.

—Princesa, ese par de tórtolos merecían que alguien alegrara esa fiesta. Me estaba aburriendo allí ¿Tú no?

—Todo se puso mejor después de que cantaste. Y gracias —le sonrió—. Además, fueron mis padres quienes planearon su boda. Era obvio que fuera aburrida.

—Sí, por eso digo que de tal palo tal astilla.

Alisson abrió sus ojos ampliamente.

—¿Qué diablos quisiste decir con eso, Peter Hernandez? —se acercó a él riendo, fingiendo ser amenazante.

—Que eres una aburrida —espetó y comenzó a corretear por la sala.

—¿Ah, sí? —empezó a perseguirlo mientras ella le lanzaba las almohadillas del sofá— ¿Y ahora qué te parece, señor divertido?

Bruno se detuvo de repente y Alisson chocó con él, haciendo que ambos cayeran al suelo, pero ninguno de los dos dejaba de reír a carcajadas. Alisson quedó sobre el pecho de Bruno, el cual aún se agitaba por su risa. Luego de calmarse, aún estaban tumbados en el suelo. Sus ojos comenzaron a intercambiar miradas hasta que sus manos se engancharan con sus dedos entrelazados.

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⏰ Última actualización: Mar 18, 2021 ⏰

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