Capítulo 81

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-Volar... ¿Volar? ¡¿A QUÉ TE REFIERES CON ESO MALDITO INFELIZ?! -le gritó Alisson a Joseph con furia y angustia.

-¡Que va a explotar, tonta! -le aclaró Jessica.

Alisson entró en shock. La acumulación de las cosas que le sucedían en ese momento la bloquearon por completo durante unos segundos. La imagen de su padre en la cárcel, de su hermana en el hospital, de Bruno moribundo y, ahora, de sus amigos incinerados la hizo entrar en un profundo pánico que jamás había sentido.

-Daniel... -pronunció su nombre al recordarlo.

-No puedes dejarme aquí con un demente y un moribundo hasta que llegue la policía -le dijo Jessica mientras se tocaba la herida del brazo con el que sostenía el arma. Alisson apenas lo había notado, al parecer, Joseph también le había disparado. Su brazo estaba ensangrentado.

Alisson marcó el número de Vanessa en su celular casi automáticamente. El gran nudo que tenía en la garganta le impedía pensar bien sus palabras.

-¿Ali? -contestó Daniel.

-Daniel ¿Dónde estás ahora mismo? -le preguntó rápidamente Alisson con el terror en la lengua, como si la mismísima bomba estuviera en su pecho.

-Ali, nececitaba hablar contigo. Oye, perdóname ¿Sí? Vuelve con...

-Vá-Váyanse de ahí ¡Corran! -lo interrumpió.

-¿Ah? -preguntó con confusión-¿Te pasa algo? -preguntó Daniel apenas notando que algo andaba mal.

-La casa, va a explotar... ¡Daniel, avísales a todos! -gritaba agobiada.

Daniel comenzó a asustarse. No sabía si estaba hablando en serio, no entendía bien lo que pasaba.

-¿La casa? ¿Explotar? Alisson ¿De qué diablos estás hablando? ¿Cuál casa? ¿La del equipo? -comenzó a temblarle la voz. Alisson podía escuchar que sus pasos se aceleraban.

-¡SÍ, UNA PUTA BOMBA VA A EXPLOTAR ALLÁ, LÁRGUENSE DE AHÍ AHORA MISMO! -le gritó.

Daniel colgó y Alisson comenzó desesperadamente a llamar de nuevo a la policía con angustiosas lágrimas en los ojos.

-¡Quieto! -le gritó Jessica a Joseph, quien intentaba ponerse de pie- ¿Qué no escuchaste, eh? ¡Quieto, imbécil! -le disparó nuevamente en la pierna y él gritó en quejidos.

En ese momento, el sonido de unas sirenas comenzó a oírse.

-¡Al fin! -suspiró Jessica.

Alisson corrió hacia la puerta principal para encarar a los policías.

-¿Y la ambulancia? -les preguntó.

-Están a segundos de llegar -le respondió rápidamente uno de los policías mientras sacaba su arma y entraba para buscar al causante de todo lo que acababa de suceder.

Al llegar a la habitación, los policías esposaron a Jessica al verla con el arma.

-¡A quien deben llevarse de aquí es a ese imbécil de ahí! -señaló Alisson a Joseph-. ¡Colocó una bomba en la casa de The Freaks, cerca de la calle Fremont! ¡Va a explotar en cualquier momento!

Los policías se sobresaltaron en temor, y rápidamente, varios de ellos comenzaron a hablar desesperadamente por los intercomunicadores, al parecer, avisando a los demás.
La sirena de la ambulancia anuncia su esperada llegada y Alisson corre hacia Bruno.

-Todo está bien, amor. Ya irás al hospital, te vas a mejorar -le hablaba mientras le acariciaba sus rizos. Bruno le tomó su mano y le dió un tierno y dedicado beso en la muñeca.

QUILATES DE MAGIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora