Capítulo 31

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-¿Crees que voy a caer en esa trampa, idiota?

-Ali, tu madre te ha estado llamando desde anoche y no contestas -explicó Efren-. Tu padre está en el hospital ¿Crees que voy a jugar con eso?

Alisson piensa las cosas. Comienza a preocuparse y a confundirse. Colgó la llamada de Efren y empezó a buscar el número de Vanessa desesperada. Bruno nota que ella está preocupada.

-¿Qué pasa? -le preguntó mientras llamaba a Vanessa.

-¿Hola? ¿Vane? -dijo Alisson cuando le contestó la llamada.

-Ali, hola ¿Qué pasa? -preguntó Vanessa.

-Me acaba de llamar Efren -respondió preocupada caminando inquieta de un lado a otro.

-¿Efren? -le dijo Bruno confundido.

-¿Y para qué te ha llamado ese pendejo? -preguntó Vanessa con rabia.

-Dijo que mi padre tuvo un accidente -respondió con su voz quebrada.

Bruno la miró sin saber que decir. Estaba sorprendido. Inmediatamente se dirigió a la habitación para buscar su teléfono.

-No puede ser ¿Crees que es verdad? -le dijo Vanessa.

-No lo sé, no lo sé -dijo Alisson alterándose.

-No se te ocurra venir a Las Vegas sin primero asegurarnos de que sea cierto. Llama a tu madre, yo iré a la casa de tus padres para averiguarlo.

-Apresúrate, por favor -dijo colgando la llamada.

Bruno salió de la habitación con su teléfono en mano.

-Llamaré para pedir un vuelo.

Alisson lo miró con su rostro aún preocupado. No sabía qué decir, qué pensar ni qué decidir.

-Esperaré la llamada de Vanessa. Dijo que iba a averiguar si era cierto -frotaba su frente con desespero.

-Ali, Ali -intentó tranquilizarla acercándose a ella tomándola de las manos-. No pasará nada, te lo prometo.

-¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? ¡Es mi padre! Puede morir -cedió a las lágrimas y mientras intentaba marcar el número de su madre en su celular.

-Lo poco que he conocido de tu padre no me ha gustado -explicó acercándola a su pecho para abrazarla-. Pero vi que es una persona fuerte y sin nada que temer. Yo me confiaré de eso, con más razón deberías hacerlo tú.

Alisson lloraba, pero aquellas palabras de Bruno la hicieron tranquilizarse bastante y también lo abrazó. Se imaginaba a su padre en una camilla de hospital con una mascarilla de oxígeno y golpes por todas partes. Apretó sus ojos intentando borrar esa imagen de su mente. A pesar de tantas cosas negativas que recordaba de su padre, aún lo quería. De todas formas, hiciera lo que hiciera, seguía siendo su padre, y eso nada lo cambiaba. Sintió el calor del pecho de Bruno, un calor tan agradable, que no quería separarse nuevamente de él. Se sentía protegida y segura. Bruno acariciaba sus brazos y besaba su frente.

-¿Por qué siempre pasan las peores cosas cuando estamos juntos? -preguntó Alisson en voz baja mientras aún se abrazaban.

-Lo importante es que siempre terminemos juntos, Ali. Además, dicen por ahí que no hay mal que por bien no venga.

Alisson se quedaba callada pensando en sus palabras.

-¿Por qué no llamas a tu madre? -le preguntó Bruno.

-Sí, eso haré -tomó de nuevo su teléfono y marcó nuevamente el número de su madre en su celular.

-¿Y ahora te vienes a aparecer? ¡Desgraciada! -le gritaba su madre.

QUILATES DE MAGIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora