-¡Así te quería ver, jovencita!
-Maldición -reposó su cabeza en el asiento con un suspiro de estrés.
-¿Tu padre? -preguntó Bruno.
-Tú qué crees -respondió aburrida.
Bruno se rió. En ese momento Harrison se acerca a la ventana de la puerta al lado de Alisson.
-¿A esto has venido? ¿Para esto te crié? ¿Para esto estudiaste? -recriminó Harrison.
-¡Si tanto te molesta, entonces no pierdas tu tiempo persiguiéndome por todas partes como si fuera una mocosa de cinco años! ¡Ya déjame en paz, papá!
-¡Bájate ahora mismo de ese auto!
-Oblígame.
Harrison no soportó su irritación y va hacia la puerta para abrirla, pero Bruno reacciona primero y asegura las puertas haciendo que las ventanas comiencen a subirse automáticamente.
-¿Quién te crees que eres, imbécil? ¡Saca a mi hija de ese maldito auto! -alegó Harrison golpeando con un fuerte puñetazo la capó del Candillac.
-Bruno, no quiero meterte en problemas -le dijo Alisson a Bruno preocupada.
-Eso no me importa, Ali -aclaró-. No quiero volver a perderte. Ya te lo dije.
-¿Entonces qué hacemos?
-¡Qué esperas, idiota! ¡Alisson, sal de ahí ahora! -seguía gritando Harrison.
Vannesa y Efren llegaron a la entrada del parqueadero privado y vieron aquel escenario. Emily también llegó y disfrutaba de lo que veía.
-¡Señor Harrison! -lo llamó Vanessa.
Harrison continuaba rodeando el auto y golpeando las ventanas.
-Señor, si usted quisiera mantener la consentida reputación de su familia entonces no estuviera haciendo todo este escándalo -le dijo Vanessa.
Harrison reconoció que tenían razón y dejó de golpear el auto.
-Está bien ¿Te crees muy grande ahora? Vamos a verlo -dijo Harrison dirigiéndose de regreso a la limosina. El agente de seguridad le abrió la puerta, él entró y le cerraron la puerta y salieron de allí en la limosina.
Bruno miró a Alisson.
-¿Qué piensas?
-Que creo que al fin soy libre -le sonrió.
Bruno la miró con confusión mientras reía.
-Técnicamente tu padre acaba de amenazarte.
-¿No decías que no le tenías miedo?
Bruno le sonrió.
-Bien, yo tampoco le tengo miedo -continuó Alisson mientras se acomodaba en el asiento-. Me iré contigo, y eso es lo que importa. Ya me retó, y yo le demostraré que voy a ser exitosa con lo que realmente me gusta hacer.
Alisson vio que Bruno la miraba con una distraída sonrisa.
-¿Me escuchaste? -reía.
-Más o menos -reía también.
-¿Hablas en serio?
-Es que me distraes cuando te pones seria. Te ves hermosa -le sonrió.
Alisson se rió y le dio un pequeño golpe con el codo.
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QUILATES DE MAGIA
FanfictionLa niña Duque conoce al famoso Bruno Mars en su pleno arresto por posesión de drogas. Para Bruno, el oro y la magia tienen 24 quilates... Ahora conocer a Alisson le hará ver a ambos de cuántos quilates es el amor.