-No, Alisson. No empieces tú, con tus estupideces ¡Vendrás hoy mismo a Las Vegas! Sin peros y sin escusas.
-Tu querido Efren me ha sacado del apartamento que ustedes no estaban pagando ¿Crees que me parece muy hermoso lo que ustedes hicieron conmigo? ¡No necesito de nadie! ¿Para qué mandaron a Efren conmigo? -decía Alisson enojada.
-Efren es un joven que te conviene mucho.
Alisson reía con ironía.
-¿Me conviene? ¡Me ha echado del apartamento por no irme con él anoche! ¿Eso te parece una persona conveniente? ¿Conveniente para mí o conveniente para ti y tus negocios?
-¿De qué estás hablando?
-Sí, sé muy bien que sus intenciones son que me case con ese idiota para que tus negocios puedan seguir funcionando.
El padre de Alisson se quedó en silencio.
-¿Lo ves? ¡Al diablo con ustedes! Yo no soy un negocio. Y de ahora en adelante les demostraré que yo misma puedo triunfar sola.
-¡No perderé más mi tiempo con tus tonterías! Ya hablé con Efren y sé que estás con el cantante ese. Si no vienes hoy mismo a Las Vegas, yo mismo te haré venir.
Alisson colgó la llamada. La rabia que ella sentía era tan grande, que inevitablemente unas cuantas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Levantó la mirada y vio a Bruno en el marco de la puerta. Él se acercó a ella y se sentó a su lado.
-Yo... lo siento -dijo Alisson con su voz entrecortada con más lágrimas en sus ojos-. Es que... mi padre... Yo... debo volver a Las Vegas.
-Pretty girl, pretty girl, pretty girl. You should be smiling (Hermosa chica, deberías estar sonriendo) -Bruno cantaba en voz baja y secaba las lágrimas de Alisson con sus pulgares delicadamente-. A girl like you should never live so blue (Una chica como tú nuca debería vivir tan triste).
Alisson lo miró a los ojos. Él le sonrió. Su sonrisa fue tan contagiosa que ella también le sonrió y lo abrazó.
-Gracias -le dijo Alisson.
Bruno se sorprendió un poco por el abrazo de Alisson pero no dijo nada. Él la abrazó también, disfrutó tanto ese abrazo que temió a que ella decidiera irse.
-¿Qué quieres decir con ese "gracias"? -le preguntó.
Alisson suspiró profundamente con tristeza, acabando con el abrazo.
-Tomaré eso como un "de todas formas me iré" -dijo decepcionado con su rostro serio.
-Hay muchas cosas implicadas que causarán muchas malas consecuencias si no acabo con esto cuanto antes -le dijo Alisson con su voz quebrada-. Y para eso, debo volver. Haré mi vida, pero comenzaré a hacerlo de otro modo. No puedo hacerlo tirando todo por la borda como si nada.
-Ali, pero... -en ese momento, el celular de Bruno comienza a sonar y sonar sin parar.
Bruno sacó el celular de su bolsillo y vio en la pantalla un número desconocido, luego desaparecía y aparecía otro, luego otro y otro.
-¿Qué sucede con esto? -dijo confundido, pensando que quizás el celular de él se había dañado.
-¿Con qué?
Bruno contesto una de las llamadas que aparecieron en la pantalla.
-¿Hola?
-¡Aaaaaaaaa! -gritó una chica y Bruno alejó el celular de su oído casi aturdido- ¡No lo creo, no lo creooo! ¿Eres tú?
-¿Quién es?
La llamada fue interrumpida por otras llamadas más que entraban en su celular.
-¿Hola? -preguntaba confundido.
Alisson hizo un gesto de confusión también y miraba el celular de Bruno.
-¿Qué está pasando?
-No lo sé. Al parecer esto está loco -dijo mientras contestó la otra llamada- ¿Hola?
-¿Bruno Mars? ¿Es cierto o es una broma?
-¿Con quién estoy hablando?
-¡Wow! La voz es la misma. Buena imitación.
Bruno frunció las cejas sin entender lo que sucedía.
-Al parecer te están llegando demasiadas llamadas al mismo tiempo -dijo Alisson viendo que aún su celular avisaba llamadas entrantes nuevas.
-Pero sólo las personas cercanas a mí conocen mi número -contestó otra llamada- ¿Hola?
-¡Me contestó! ¡Me contestoooo! ¡Bruno! ¡Te amo Bruno! ¡Eres el mejor! -gritaba una chica en el celular.
La llamada se cortó por la interrupción de otras miles de llamadas más que inutilizaban el celular.
-Creo saber qué pasa -dijo Bruno apagando el celular para que dejara de sonar por las tantas llamadas que entraban.
-¿Qué pasa? -preguntó Alisson.
-Creo que fue Jessica. Ella... tenía mi celular cuando la vi en mi camerino del auditorio ayer, antes de salir a buscarte.
-¿Tenía tu celular? Pero... Cómo lo consiguió ¿Por qué hizo algo así?
-Dejé mi celular en el camerino. No sé cómo pero ella estaba ahí cuando acabó el concierto. Sé que fue ella.
-Bruno, ahora mismo ambos tenemos cosas que debemos solucionar.
-¿Te vas ahora?
-Debo hacerlo. No me queda de otra -dijo sacando de su maleta un sencillo vestido informal para vestirse rápidamente-. Tú debes aclarar las cosas con esa Jessica y averiguar qué más cosas pudo haber hecho con tu celular.
-No, esto es insignificante. Compraré otro celular y cambiaré de número -le dijo Bruno-. Lo que me importa ahora es saber si en realidad estás segura de lo que vas hacer.
-Lo estoy. Por eso no puedo perder más tiempo, debo coger un vuelo ahora -le contestó Alisson mientras se iba al baño para vestirse allí.
Bruno no sabía qué más hacer para que Alisson se quedara. Él sabía que solo ella entendía la situación en la que estaba. Se sintió inútil y comenzaba a enojarse consigo mismo. Vio su celular inservible, lo agarró y lo lanzó contra la pared.
Mientras tanto, Alisson estaba en el baño quitándose la toalla que estaba envuelta en su cuerpo. Su ropa interior estaba mojada todavía por el agua de la piscina. Así que la cambió por otra nueva que había escogido rápidamente junto con el vestido. Terminó de vestirse y salió del baño.
Bruno estaba sentado en el sofá. Había acabado de servirse una copa de champaña. En cuanto se percató que Alisson salió del baño, la observó. La veía tan hermosa e inalcanzable al mismo tiempo, que sólo pudo sonreírle. Alisson le sonrió también. No demoró entrando a la habitación para sacar sus maletas y colocarlas en la puerta. Un silencio incómodo hubo entre ellos durante unos segundos.-Tomar un trago no te quitará tanto tiempo antes que te vayas -dijo Bruno ofreciéndole champaña recién servida en una copa.
Alisson vio la copa y lo miró a él con una tímida sonrisa. Aceptó la propuesta y recibió la copa.
-Prométeme que volveré a verte -la miraba profundamente antes de que ambos tomarán de la champaña.
-Bruno... pero...
-Sólo promételo ¿sí? -no apartaba a mirada.
Alisson observó en sus ojos algo que ella no entendía aún. Lo único que sabía era que al parecer no estaba arrepentida de haberlo conocido. Alisson le sonrió y acercó su copa a la de él para brindar.
-Lo prometo -respondió después de tomar de la copa.
Bruno le sonrió con sus marcados hoyuelos y tomó de la copa también.

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QUILATES DE MAGIA
Fiksi PenggemarLa niña Duque conoce al famoso Bruno Mars en su pleno arresto por posesión de drogas. Para Bruno, el oro y la magia tienen 24 quilates... Ahora conocer a Alisson le hará ver a ambos de cuántos quilates es el amor.