QUILATES DE MAGIA

Capítulo 58

-Bruno, esta noche ella irá con Josh a un baile importante, de una graduación o algo así -explicó Daniel-. No lo arruines, espera a hablar con ella en otro momento. No pierdas tu tiempo, no vas a...

-Perderé más tiempo si sigo escuchando tus pretextos -dijo Bruno volviendo al auto-. Lo siento, pero no puedo dejar que empeoren las cosas.

-Ya lo están -murmuró Daniel.

Bruno encendía el auto.

-¡Eso Bruno! ¡Ese es mi cuñado! -gritaba Vanessa pareciendo una porrista.

Daniel la miró seriamente.

-Sabes que esto no acabará bien.

-¡Agh! Ya deja la amargura. Sabes bien que para ese hombre no es difícil conquistar.

-Ese es el problema -se cruzó de brazos y entró de nuevo a la casa.

Vanessa suspiró colocando los ojos en blanco y vio el Cadillac marcharse tan rápidamente que incluso se desprendió humo de los neumáticos al acelerar.

Alisson estaba frente al espejo, pintándose los labios de un profundo color rojo.

-Quién hubiera pensado que mi pequeña hermana crecería con mejor cuerpo que el mío -le dijo Freida, su hermana.

-Bah, no digas tonterías. A veces pienso que pareces más una Kardashian que una Duque.

Freida reía.

-¿Te parecen lindas esas plásticas operadas? -bromeó-. No tomaré eso como un cumplido, Ali.

-Lo sé, es cierto. Olvida lo que dije -reía-. Pero sé que sabes a qué me refería. De verdad, tú eres hermosa.

-Bien, deja ya deja de pintar ese perfecto rostro. Vas a llegar tarde, reina del show.
-Sólo será un baile -reía Alisson.

-Es la graduación de Cloe, no es cualquier baile. Asistirá mucha gente importante.

-Eso es lo que menos me interesa. Yo sólo quiero bailar.

-¿Irá tu novio? -preguntó.

-Freida, no quiero hablar de eso.

-No puede ser ¿Se pelearon?

-Mamá, papá, adiós -dijo en voz alta abriendo la puerta-. Freida, no tardes en llegar allí. Recuerda llevar los regalos de ambas.

-Sí, sí, sí. Pero de igual forma tenemos un asunto pendiente de qué hablar.

Alisson cerró la puerta y salió acompañada de dos guardaespaldas, quienes la llevarían en el auto al baile. En ese instante, Bruno estaba a una calle de distancia cuando Alisson subía al auto. Él logró verla y aumentó la velocidad pero al momento de cruzar la intersección de calles se detuvo bruscamente, casi a punto de chocar con otro auto que pasaba por delante junto con otros tres autos tras él. Se quejó golpeando el volante. Revisó la otra calle y observó que el auto en el que se montó Alisson ya había comenzado a marcharse. Él se desesperó y los autos que tenía por delante no aún no pasaban.

Mientras tanto, Alisson sacó su celular para llamar a Joseph.

-¿Ali?

-Josh, voy en camino. Espérame en la entrada del club. No tardo.

-Okey, te espero ansioso.

Joseph colgó la llamada y guardó su teléfono mientras suspiraba con una sonrisa.

-¿A qué se debe tanta felicidad? -le preguntó uno de los amigos de su equipo que esperaban en la entrada junto con él.

-Es que... Esta noche quiero... pedirle a Alisson que sea mi novia -volvió a sonreír.